LA COMUNICACIÓN DE LOS SERES HUMANOS POR EL OLFATO


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LA COMUNICACIÓN  DE LOS SERES HUMANOS POR EL OLFATO

El sentido del olfato tiene una gran importancia entre la mayoría de los animales. Es fundamental para sobrevivir porque indica la presencia de depredadores, o los excita ante la presencia de ejemplares del sexo opuesto. Sirve para delimitar el territorio de cada uno que marcan con sus micciones, les permite seguir a una presa o identificar el estado emocional de otras criaturas. El ser humano emite, pero generalmente se da por sentado que solamente los perros y otros animales de olfato agudo pueden reconocerlos. La mayoría sabemos que los perros son capaces de detectar el temor, el odio o la amistad del hombre y que también pueden seguir el rastro de una persona si se les proporciona el olor de ésta mediante una prenda que le pertenezca, lo que indica que cada ser humano posee una especie de firma olfativa.

El sentido del olfato incluso funciona eficientemente en el mar. Se dice que es lo que guía al salmón cuando va a desovar y advierte a los tiburones de la sangre y el olor de los bancos de sardina atrae a sus cazadores. El hombre no tiene el sentido del olfato tan desarrollado como otros animales; quizás en nuestra evolución defendido por su capacidad de trepar a los árboles y  buscar escondites en cuevas, olvido su capacidad olfativa. Si los seres humanos tuvieran el olfato tan sensible como las ratas, conocerían las variaciones emocionales de las personas que los rodean, la identidad de cualquiera que hubiera visitado tu casa, podríamos percibir el disgusto de otras personas.

Los seres humanos también se comunican a través del olfato, este sentido forma parte importante del mensaje de comunicación humana, conocemos poco acerca de el ya que los occidentales  subestiman la importancia del sentido del olfato como receptora de mensajes, hasta tal punto que hay una atrofia de la capacidad olfativa, ya que somos reacios a olernos unos a otros, e infravaloramos este sentido al que relacionamos como de cultura primaria. Somos una sociedad súper-desodorizada y de lo cual se aprovecha el marketing, para abrir mercado de productos desodorantes, que nos hace vivir pendiente de eliminar los olores corporales, incluso el íntimo genital, cuando es conocido que es un estimulante sexual.  Tanto hombres como mujeres tenemos tendencia a reemplazar los olores naturales por perfumes, lociones para después de afeitarse y desodorantes perfumados y sabida es la pasión de la mujer por librarse de sus propios olores biológicos y sustituirlo por perfumes que  algunos casos llevan incorporados feromonas.

La tendencia cultural olvida que los placeres de los sentidos forman parte de los placeres de la vida, si bien reconozcamos que hay personas que comen diferentes alimentos o con mucho ajo, pasan durante ocho o más horas en su trabajo y transpiran si son sometidos a altas temperaturas, viven en lugares con escasa ventilación, y a veces el aroma de las comidas, nos parecen extraños y exóticos.

Son los árabes, quienes más aman los buenos olores, que predisponen a una buena relación, oler a un amigo es apropiado y aconsejable, negarle el aliento, sería actuar como si se fuera tímido. Los occidentales acostumbrados a no respirar en la cara de la gente, transmiten una sensación de desencanto mientras tratan de parecer educados.

En Balí, cuando los amantes se saludan, respiran profundamente en una especie de  «amistosa bienvenida olfativa». Entre los componentes de la tribu Kanum-irebe en Nueva Guinea del Sur, cuando dos buenos amigos se separan, el que se queda, toca al amigo que se va en la axila para tomar aira del olor de él y impregnárselo a sí mismo.

Recientemente, algunos científicos han afirmado que los seres humanos pueden estar, quizás sin saberlo, en la categoría descrita por el profesor Hall y El doctor Harry Wiener, que han enunciado una teoría asombrosa: los hombres perciben olores más allá de aquellos olores que tienen conciencia de percibir; es decir, que existiría un sentido olfativo subconsciente.

Los olores son mensajeros químicos externos, que incluyen aminoácidos y hormonas esferoides llamados feromonas, son muy importantes en los animales; las que son excretadas por el cuerpo humano se transmiten por el aire y pueden  penetrar en el cuerpo de otras personas y a través del olfato ser detectados.

Las feromonas son excretadas por los seres humanos, especialmente importantes en todo lo relacionado con el sexo, las secreciones externas de un individuo pueden actuar directamente sobre la química del organismo de otro, los científicos han sido sorprendidos por un hecho bastante llamativo descubierto por la doctora Martha McClintock de la Universidad de Harvard, al estudiar los ciclos menstruales de las estudiantes que residían en el campus. Descubrió que los ciclos de las que eran muy amigas estaban sincronizados, de ninguna manera se trataba sólo de un poder de sugestión o de hábitos de vida similares, sino que la proximidad física parecía ser la clave de ello, se producía la transmisión química por el olfato.

Los mosquitos también reaccionan ante los olores humanos. Se ha comprobado que se sienten más atraídos por unas personas que por otras. Cualquier mujer será más atractiva para el mosquito cuando está entre el treceavo y dieciochoavo día de su ciclo menstrual, ya que su nivel de estrógeno es más elevado.

La mayoría de las personas emiten olores que atraen sexualmente aunque la reacción biológica es enmascarada por una respuesta civilizada aprendida. Para algunas personas, los olores biológicos  naturales del cuerpo pueden resultar intimídatenos e incluso amenazadores. La anatomía humana nos proporciona una evidencia adicional del sistema de emisión de olores, ya que las glándulas odoríferas cubren nuestro cuerpo y las excretamos por la piel y nuestros fluidos. En nuestra cultura, las personas no suelen hablar mucho acerca de lo que huelen, pues se considera de mal gusto dicho tema, por eso no se sabe en realidad cuántos son los individuos que realmente tienen una aguda percepción olfativa entre nosotros, ya que esta habilidad permanece oculta. La capacidad olfativa varía no solamente entre individuos sino también entre sexos.  Hay ciertos olores almizclados que las mujeres pueden captar mientras que los hombres no lo hacen.  La capacidad olfativa de la mujer varía durante su ciclo menstrual y alcanza su máxima aptitud en la mitad del mismo, cuando su nivel de estrógeno se eleva coincidiendo con el momento de la ovulación, algunos  científicos que  estudian el sentido  del  olfato han  sugerido  que es posible emplear como  índice el ciclo olfativo  de  la  mujer  como  una  sencilla  medida de control de la natalidad para determinar el momento de la ovulación, existen mujeres que pueden distinguir emociones mediante el olfato, que pueden decir dónde ha estado su pareja y con quién si le es conocida, por el olor que lleva en la ropa o en la piel.

La teoría de los mensajes químicos externos (MQE) puede explicar por qué en general las emociones se contagian en las multitudes; y daría explicación al hecho de que las mujeres parezcan tener aguzado el sentido del olfato durante la ovulación, que les permite captar los mensajes olfativos del hombre. G. Groddeck, uno de los primeros colaboradores de Freud, escribió: «A pesar de todo lo que se ha enseñado y aprendido en contraposición a esto, que el hombre es primariamente un ‘animal nasal’ que aprende a reprimir su agudo sentido del olfato durante la infancia porque de otra manera la vida le sería insoportable.»

Wiener hace notar que los MQE son simplemente un canal de comunicación y por lo general un canal menor comparado con la vista y el oído. Su teoría, la ha tomado como importante el «New York State Journal of Medicine» y otras revistan científica se han ocupado de ella, comentándola favorablemente y en la actualidad, otros científicos comienzan a interesarse en algunos de los fenómenos similares.

Se abre una posibilidad fascinante con la evidencia de que el sentido olfativo es incompleta, no hay duda de que la mayoría de los humanos le restamos importancia al significado del sentido del olfato, tal vez porque le tememos, los olores tienen una capacidad casi legendaria de despertar recuerdos y además, la frivolidad, el sexo y los perfumes parecen marchar unidos,  prueba concluyente con esta afirmación y que incluye el empeño de la sociedad puritana por eliminar los olores naturales del cuerpo humano.

Bueno es pequeño

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