Este año han concedido el Premio Príncipe de Asturias al canadiense Leonard Cohen. Un poeta que canta desde hace mucho, y canta lo que todos sabemos pero que no queremos escuchar. Todos lo que participan en las acampadas en las diferentes plazas de España, los indignados, saben que sólo se habla con los bolsillos pero también creen como Leonard que hay algo más. El sistema está podrido, todos lo sabemos pero muy pocos somos capaces de hacer algo más que comprar desodorantes, todos lo sabemos. Gracias Leonard.
Canciones
Blue moon, buen viaje
Ahora que acaba el año, cuando en los medios de comunicación reseñan aquellas noticias más destacadas, sin reparar en la bondad de los hechos, conviene releer a nuestro querido Montaigne cuando dice en sus Ensayos, refiriéndose siempre a sí mismo:
Igualmente, no hay bondad que no alegre a un natural bien nacido. Hay ciertamente al obrar bien cierta congratulación que nos alegra en nuestro interior, y un orgullo generoso que acompaña a la buena conciencia. Un alma valerosamente viciosa puede quizá proveerse de seguridad, mas no puede proveerse de esa complacencia y satisfacción, no es liviano placer el de sentirse preservado del contagio de siglo tan corrompido y el decirse a uno mismo: Aquel que viera el fondo de mi alma, ni aun así me hallaría culpable ni de la aflicción ni de la ruina de nadie, ni de venganza o envidia, ni de ofensa pública a las leyes, ni de novedad o agitación, ni de faltar a mi palabra…
Aprovechar nuestros recuerdos, de este año que acaba, para comprobar cuánto del buen obrar guió nuestras acciones y comprender que en este mes de diciembre, con dos lunas llenas, nada impide que podamos mejorar nuestro pequeño mundo y sigamos cantando una sencilla canción como esta, canción para que nada nos impida soñar durante el viaje del próximo año 2010: