Cultura y medicina: LOS TONGA.
Habitan al sur de Mozambique en Lourenço Marques (hoy Maputo) hacen un juramento con la tierra, varias aldeas viven bajo al administración de un rey al mismo nivel que sus súbditos, pero encarna al país en una representación mágica, es descendiente de dioses, tiene el privilegio de administrar la tierra y la justicia. Los jefes antes de que se coman los primeros frutos y las carnes, deben hacer ceremonia de ritos haciendo justicia a los dioses.
La vida del tonga, discurre entre peligros sobrenaturales, de los que se defiende con ritos, ceremonias, oraciones y sacrificios a fin de neutralizar los peligros, de igual modo tabúes y ceremonias como la recolección, la caza, o la convalecencia de una enfermedad. Al bebe se le hacen al menos cuatro ceremonias para evitarles peligros en la etapa del destete, con ceremoniales de purificación. Temor especial sienten a los grandes poderes celestiales que se manifiestan con rayos y truenos.
La voluntad de los dioses, se manifiestan a los adivinos mediante los huesos de animales /una especie de dados/ los tonga son hábiles interpretes de las posiciones, cuyos resultados creen y respetan. Los tonga distinguen con claridad entre el mago negro u hechicero y el mago blanco o médico brujo de gran importancia social en el grupo, este último hipnotiza a sus victimas de los que obtienen confesiones increíbles relacionadas con la magia negra, utilizan la ordalía como veneno, y beben jugo de modjo una planta con propiedades toxicas.
La enfermedad para un tonga es producida por una situación tabú, las denominan según el órgano afectado, y conocen enfermedades como lepra, sífilis, disentería, la sarna y entre otras las más temidas las mentales. Excepto unas pocas causadas por brujería o enviadas por castigo del cielo, las enfermedades las envían dioses-antepasados como consecuencia de la ruptura de un tabú, ejemplo tisis por no respetar el luto, locura por no purificarse tras la caza, hidrocele cuando los hombres entran a un campo de guisantes, la lepra es originada por un motivo mágico.
Es diagnostico se realiza con los huesos así como las prescripciones y dosis que consisten en drogas y substancias mágicas, oraciones, plegarias y sacrificios. No hay encantamientos las medicinas las dan los dioses, cuyo elemento activo significa “moya”, halito, espíritu, viento o bebida alcohólica espiritual. El “muri” que significa árbol, planta, hierba y también los medios capaces de producir efectos o influencias,
El hombre-medicina es hereditario de saberes a través del padre o tío materno, aunque a veces los conocimientos heredados son pequeños pero un buen hombre-medicina realiza actividades no solo de adivino, sino de medico-brujo y mago-sacerdote, asistirá a los guerreros dándoles buena influencia en la guerra y conseguirá la lluvia, no hay médicos que utilicen solamente las hierbas, no hay éxtasis ni vestiduras especiales las drogas debe saber utilizarlas con eficacia real y mágica. Tampoco mujeres médicos
La brujería es tratada de modo distinto a la enfermedad, el ensimismamiento del alma por intrusión de espíritu se somete a ensalmos, en los casos de posesión un espíritu extraño que generalmente es un muerto zulú, toma posesión del paciente y crea una crisis nerviosa con síntomas similares a la esquizofrenia. Se trata con una serie de exorcismos al son de los tam-tames, manejados por especialistas que cantan, dan a beber sangre de animales y le provocan vómitos para expulsar al espíritu, cuando este curado queda obligado a ejercer a su vez de exorcista. Sus creencias son tan firmes que incluso los tonga convertidos al cristianismo, cuando buscan curación recurren a sus antiguos dioses.
La medicina tonga actúa dentro de estas creencias culturales, donde los antepasados regulan la vida y la familia. No tienen casa medicina para albergue de enfermos ni disponen de drogas y venenos eficaces como otros pueblos africanos. Conservado un carácter sencillo de su sociedad.
Comentarios:
Son muchas las culturas primitivas que los antropólogos han investigado, ninguna en concreto es un modelo clásico que sirva de orientación para el conocimiento de las demás aunque tienen bastantes elementos comunes. Están condicionadas por la cultura y esta es la causa de las diferencias la evolución de las técnicas médicas, tan diferentes y desiguales. Que explican la resistencia a la adhesión en ciertas sociedades a los grandes avances de otras, cuyo estacionamiento está influenciado por las creencias que permanecen, estas diferencias serán invariables hasta alcanzar en nuevas generaciones mayor información que pueda orientar en las tomas de elección y soluciones.
Para aclarar estas distancias de entendimiento cultural, citemos una visión de una monja sanitaria misionera en África, es una historia real narrada hace años, cuando buscaba ayuda económica y vocaciones: Son pueblos atrasados e incultos, van desnudos, las mujeres enseñando sus pechos como las cabras, son vagos, agresivos y libertinos incluso las jovencitas fornican como posesas por el diablo. Adoran a dioses extraños.
Esta visión, de superioridad etnocentrista, de desprecio a sus costumbres, a sus métodos y a su inteligencia, no haría sino poner barreras a la aculturación. Aunque no escuche la opinión de los africanos, podría ser:
Han venido personas-medicina, que no enseñan su cuerpo por lo que no sabemos si son mujeres hombres o espíritus que utilizan magia, sus vestidos son negros que transforman en blanco cuando les visitamos, se molestan con nuestro brujo del que todos sabemos es bueno y nos protege, hablan de un Dios que no se ve y de otro blanco, que esta muerto. Han traído regalos para los jóvenes a los que intentan cubrir con telas con fines que pueden ser de encantamientos. Aceptamos sus regalos, pero no vamos a abandonar a nuestros dioses que son los de nuestros antepasados.
Ese pensamiento inventado, pero posible, formaría parte del relativismo cultural, barrera que impide el acercamiento de los pueblos y que en convivencia solo el paso del tiempo puede ofrecer evolución.