El tiempo apremia, Z.Bauman

El pensador Zygmunt Bauman en su libro «Living on Borrowed Time» explica, a modo de conversación con Citali Rovirosa, el como hemos pasado en estos últimos veinte años del Estado Social al Estado «Registrador».

Aquel estado social que defendían Bismarck en Alemania o LLoyd George en Gran Bretaña debía promover los intereses vitales de la sociedad de los soldados de la producción y garantizar su buen funcionamiento. La sociedad de productores medía sus fuerzas contando los varones físicamente capaces de soportar los rigores de las fábricas y de las batallas. Incluso si no estaban en activo, si eran obreros en paro o soldados reservistas, debían encontrarse disponibles para alistarse …

El propósito principal que define el compromiso del Estado (hoy en día) con la pobreza ya no es el de velar por la salud de los pobres sino el de vigilar a los pobres, evitar que causen problemas o molestias: controlarlos, vigilarlos, perseguirlos, disciplinarlos. Las instituciones que se ocupan de los pobres y de los desocupados no son un desarrollo del estado social; aunque se les llame de otro modo, son los últimos vestigios del panóptico de Jeremy Bentham, o una versión actualizada de las casas de caridad que precedieron al advenimiento del estado de bienestar.

De modo que el Estado se ha convertido en una institución que registra, discrimina, y excluye a esas personas, y se asegura de mantenerlos debidamente excluidos de la parte «normal» de la sociedad.