LA DECISIÓN DE LOS CIUDADANOS DE TROYES DE COMO EXPULSAR A LOS POBRES

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El Renacimiento,  fue un periodo floreciente: la ciudad de Troyes, llegó a ser la quinta de Francia. La herencia del siglo XVI perdura en los edificios de la ciudad. En 3l 1524,  se produjo un gran incendio: la reconstrucción siguió los modelos del XVI, por lo que muchos edificios medievales presentan carácter renacentista. Tiene una importante concentración de edificios en madera.  Considerada como el conjunto medieval urbano más bello de Francia, Troyes conserva también un inigualable patrimonio arquitectónico del Renacimiento. De noble linaje, como la región de Champagne donde se levanta, fue cuna de novelas de caballerías. En los siglos XVI y XVII se produjeron hambrunas, pero gracias a la revolución industrial, está ciudad fue floreciente con la sombrerería y el textil.

La ciudad francesa la regia en 1573, el Duque de Guisa, un desafortunado mortal tan inmensamente rico como cruel e inhumano.

En los alrededores, numerosas casas ofrecen una imagen típica de la Francia medieval y renacentista, como en la rue Passerat. Se trata de las típicas viviendas construidas sobre un armazón de madera relleno de argamasa, y a veces techadas con tejas de madera de castaño.

Tanta riqueza se recreaba en la ciudad, que numerosos pobres, llegaron a la ciudad para vivir de la caridad de los ciudadanos. Más fueron tantos que a ojos de la burguesía del siglo XVI, los pobres habían creado un problema, que consideraron amenazante. Lo que dicen las críticas históricas sobre Troyes en 1573:

Mendigos de provincias distantes aparecieron en los campos y calles de Troyes en 1573, hambrientos, harapientos y cubiertos de pulgas y garrapatas. Los ciudadanos ricos empezaron a temer  la «sedición» de estos miserables desdichados y, para hacer que se fueran, los hombres ricos y los  gobernadores de la ciudad de Troyes, con animo de encontrar una  solución al problema  se reunieron para buscar el recurso para obtenerlo. La resolución de este consejo fue que los pobres deberían ser puestos fuera de la ciudad sin decirles por qué, así que tramaron hacerles salir de la ciudad sin tenerles al corriente de lo que les ocurriría: se les distribuyo a cada uno el pan correspondiente y entregarles una moneda de plata.

Se les hizo  salir de la ciudad por una de sus puertas, la cual sería cerrada después que el último saliera y se les indicaría mediante inscripciones sobre los muros de la ciudad

que fueran con Dios y encontraran su subsistencia en otro lugar y que no volvieran a la ciudad de Troyes antes de la próxima cosecha. Así se hizo. Los únicos que se mostraron espantados después del reparto fueron los pobres expulsados de tan infame manera de la ciudad.

El pobre es desposeído de sus ámbitos de la comunidad tradicional que garantizaba la subsistencia del más débil. La pobreza clama a la misericordia, que no escuchan los ricos: estos permanecen unidos, apoyados y  apoyando la Iglesia, exentos de virtud, de amor al prójimo, sin cariad.

Era un nuevo tipo de racismo social y económico,  donde ricos y pobres son separados y regulados por leyes éticas y morales distintas, la mirada distingue diferencias de clases casi biológicas e inmutables prefigura los racismos de los siglos siguientes. Todo tiene una función de ocultación: los nuevos ricos no quieren ver que las muchedumbres hambrientas y harapientas que vagan ahora por los caminos, que eran honrados labradores que fueron desposeídos de sus tierras, en ocasiones por no pagar sus deudas al Señor a quien debían un saco de maíz, aislados de sus antiguos huertos con cercas, donde entrar estaba penado, mientras que los desposeedores acumulaban riqueza, bienes y poder en base de injusticia.

El  humanismo vino a sustituir los egoísmos surgidos del poder, que siempre tiene un efecto de prepotencia que termina destruyendo la virtud del creyente  deísta, muy frágil para los espíritus débiles, que solo se puede mantener con la virtud, alegría, amistad y desprendimiento. (En la eutrapelia).

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LA INFLUENCIA DE LA GLOBALIZACIÓN EN LAS SOCIEDADES

Globalización significa la interrelación entre las comunidades, pueblos y naciones, una red que abarca la economía, sociedad y política en busca de la unión a nivel mundial. Eso de por sí no es malo.

La globalización si se basara en justicia, seria de gran valor humanitario.  Más el tipo de globalización que vivimos actualmente, es producto de  un  modelo injusto que han instaurado las empresas multinacionales y los gobiernos occidentales. Como ejemplo África, que es el continente MÁS RICO del mundo gracias a la abundancia de su enormes recursos naturales (diamantes, coltan, petróleo, caucho, maderas, cobre y muchos otros), sin embargo sus gentes viven en la pobreza porque las empresas occidentales se apropian de sus recursos para su desarrollo, y los Estados se apropian de los ingresos del país que corresponden a los ciudadanos.

Las grandes multinacionales sitúan sus fábricas en países en vías de desarrollo, industriales de oportunidad, que buscan los beneficios como único horizonte, para satisfacer a sus accionistas, capitalistas ambiciosos donde el dinero lo es todo, gentes egoístas, que negocian con los gobiernos locales, para lograr objetivos que les favorezcan sin atender los derechos humanos, para que los ministerios permitan el despido libre, se toleren las malísimas condiciones para los trabajadores, las horas extras no se pagan pero si se trabajan, escasos descansos y no existen vacaciones, los sueldos míseros son de subsistencia y el trabajo infantil esta permitido o tolerado, esta horrible situación, permite que algunos capitalistas puedan beneficiarse de esta codiciosa globalización con la explotación de las personas, para enriquecerse más y más a costa de quebrantar los derechos de estas desafortunadas personas, como modernos esclavos en un mundo de bienestar para algunos y de explotación para muchos.

La globalización debería ser justa y positiva para todos si las culturas compartieran sus riquezas, se extendiera la solidaridad y se produjeran intercambios comerciales justos, el mundo estaría más equilibrado. Desafortunadamente no será así mientras el mundo esté dirigido por las empresas codiciosas afanadas por obtener dinero sin escrúpulos de ningún tipo. Mientras que montar una factoría en un país pobre, este guiado por una mano de obra barata, evitar pagar impuestos y ocultar beneficios: La globalización no beneficiara a los pobres, ni les hará salir de la pobreza. Cuando está fábrica se instale en un país, para sacar a una región de la pobreza, pagando salarios justos, tratando a los obreros y empleados como seres humanos con derechos. Entonces si la globalización seria de grandioso valor. Seria bello, ético y justo que el capital haga acto de responsabilidad humana  y obre en justicia social, eliminando ambiciones desmedidas.

Se debe tener conciencia de que la precariedad se debe a una serie de injusticias contra las que se puede y debe luchar. Por lo tanto debemos iniciar caminos solidarios para lograr avances en la igualdad y en la justicia social. Algunos se han logrado gracias a la presión social, como la  condonación de la deuda Externa por parte de los países ricos.

Actualmente no son momentos afortunados en los países de Occidente, sin embargo el abandono de la colaboración  humanitaria, y continuar con la expoliación de recursos y la explotación humana, puede convertirse en un problema planetario, donde todos los seres humanos saldremos perjudicados y enfrentados.

EL MUNDO BAJO LA GLOBALIZACIÓN.

Globalización significa la interrelación entre las comunidades, pueblos y naciones, una red que abarca la economía, sociedad y política en busca de la unión a nivel mundial. Eso de por sí no es malo.

La globalización si se basara en justicia, seria de gran valor humanitario.  Más el tipo de globalización que vivimos actualmente, es producto de  un modelo injusto que han instaurado las empresas multinacionales y los gobiernos occidentales. Como ejemplo África, que es el continente MÁS RICO del mundo gracias a la abundancia de su enormes recursos naturales (diamantes, coltan, petróleo, caucho, maderas, cobre y muchos otros), sin embargo sus gentes viven en la pobreza porque las empresas occidentales se apropian de sus recursos para su desarrollo, y los Estados se apropian de los ingresos del país que corresponden a los ciudadanos.

Las grandes multinacionales sitúan sus fábricas en países en vías de desarrollo, industriales de oportunidad, que buscan los beneficios como único horizonte, para satisfacer a sus accionistas, capitalistas ambiciosos donde el dinero lo es todo, gentes egoístas, que negocian con los gobiernos locales, para lograr objetivos que les favorezcan sin atender los derechos humanos, para que los ministerios permitan el despido libre, se toleren las malísimas condiciones para los trabajadores, las horas extras no se pagan pero si se trabajan, escasos descansos y no existen vacaciones, los sueldos míseros son de subsistencia y el trabajo infantil esta permitido o tolerado, esta horrible situación, permite que algunos capitalistas puedan beneficiarse de esta codiciosa globalización con la explotación de las personas, para enriquecerse más y más a costa de quebrantar los derechos de estas desafortunadas personas, como modernos esclavos en un mundo de bienestar para algunos y de explotación para muchos.

La globalización debería ser justa y positiva para todos si las culturas compartieran sus riquezas, se extendiera la solidaridad y se produjeran intercambios comerciales justos, el mundo estaría más equilibrado. Desafortunadamente no será así mientras el mundo esté dirigido por las empresas codiciosas afanadas por obtener dinero sin escrúpulos de ningún tipo. Mientras que montar una factoría en un país pobre, este guiado por una mano de obra barata, evitar pagar impuestos y ocultar beneficios: La globalización no beneficiara a los pobres, ni les hará salir de la pobreza. Cuando está fábrica se instale en un país, para sacar a una región de la pobreza, pagando salarios justos, tratando a los obreros y empleados como seres humanos con derechos. Entonces si la globalización seria de grandioso valor. Seria bello, ético y justo que el capital haga acto de responsabilidad humana  y obre en justicia social, eliminando ambiciones desmedidas.

Se debe tener conciencia de que la precariedad se debe a una serie de injusticias contra las que se puede y debe luchar. Por lo tanto debemos iniciar caminos solidarios para lograr avances en la igualdad y en la justicia social. Algunos se han logrado gracias a la presión social, como la  condonación de la deuda Externa por parte de los países ricos.

Actualmente no son momentos afortunados en los países de Occidente, sin embargo el abandono de la colaboración  humanitaria, y continuar con la expoliación de recursos y la explotación humana, puede convertirse en un problema planetario, donde todos los seres humanos saldremos perjudicados y enfrentados.