
Luis Vives
Su publicación «Socorro de pobres» y «La comunidad de bienes«, es la obra en la que Vives postula la necesidad de municipalizar la beneficencia, precursora del contemporáneo Estado del Bienestar, su preocupación por ayudar por la vía civil y aun política, tanto económica como culturalmente, a los más menesterosos. Las críticas de Vives se las llevó la jerarquía eclesiástica: “…de esta forma los obispos y sacerdotes convirtieron en su patrimonio y en su hacienda lo que había sido solo de los pobres; ojalá que les tocase el Espíritu de Dios y llevasen a su memoria de dónde lo tienen, por quiénes les fue dado, con qué intención, y recordasen que son poderosos con los recursos de los débiles”. .
En cuanto a «La comunidad de bienes», se trata de un opúsculo escrito contra la violencia empleada por la secta de los anabaptistas en su demagógica reinvención del comunismo primitivo de los primeros cristianos. A Vives le interesa más en este caso subrayar que su pretensión no es la absoluta comunión e igualdad de bienes, sino la cooperación para la satisfacción moderada, casi austera, de las necesidades humanas dentro de un régimen de propiedad individual cuya distribución y uso estarían reguladas y vigilados por el conjunto del municipio.
En 1529 su salud era ya muy delicada: padecía de dolores de cabeza y una úlcera gástrica. La artritis generó en fuertes dolores y el 6 de mayo de 1540 moría en su casa de Brujas a causa de un cálculo biliar. Fue enterrado en la iglesia de San Donaciano. No regresó jamás a Valencia a la que amaba y sin embargo temía.
Hoy existe La Fundación Luis Vives, una entidad de referencia en formación específica para las organizaciones no lucrativas, con experiencia en este ámbito. Su objetivo es promover la profesionalización y cualificación de las personas y las organizaciones del sector, dando respuesta a sus necesidades a través de una oferta formativa, continuadora de la formación humanística de Juan Luis Vives, educador de prestigio conoció grandes personajes de la época como Erasmo de Rótterdam, y se relacionó con los humanistas más importantes del momento, como Tomás Moro. Para algunos, Juan Luis Vives fue el primer impulsor de la Acción Social, a través de su obra «De subventione Pauperum», en la que analiza la situación de los colectivos marginados de su época, buscando para ello soluciones en las instituciones públicas. Sus frases celebres:
«No hay cosa, por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana«
- Desterrada la justicia que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad que está unida a ella y vive por ella.
- Desventurado el hombre que no tiene quien le amoneste cuando tiene necesidad de ello.
- Es inútil toda polémica si no hay esperanza de que resulte provechosa.
- La diligencia en escuchar es el más breve camino hacia la ciencia.
- La memoria se acrecienta usando y aprovechándose de ella.
Hoy los españoles podemos en la ayuda a los demás podemos elegir en decisión de colaboración humanitaria diversas instituciones, religiosas o aconfesionales, según nuestra preferencia o interés. La ayuda sigue siendo necesaria dada la gran diferencia de las clases sociales en el mundo y es de reconocer la gran labor que l@s religios@s misioner@s de diversas confesiones han hecho en África y otros continentes. Si algún religioso en alguna época hizo mal uso de las cantidades que recibió para los pobres, su actuación es condenable por justicia divina y humana.
La Constitución y los Derechos Humanos, admiten en base al respeto cultural humano la convivencias de distintas creencias y religiones con respeto a los demás y en pacifica convivencia. La intolerancia que existió o que aún pueda existir en cualquier rincón del mundo debe ser está abolida, y los creyentes, agnósticos y ateos reflexionar en que la libertad en paz de todos es el camino hacia el entendimiento humano.