Fe en lo humano

Ando estos días muy ocupado con la revista (UNIVERSIEDAD), la maquetación es muy laboriosa cuando se empieza de cero, pero sigo leyendo a mi amigo John.

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Hoy que el sol brilla primaveral a orillas de este Mediterráneo, que no nos merecemos,  me acerco a su diario y encuentro esta entrada que es toda una llamada al optimismo, al progreso del que tanto nos habló ayer Amparo en Estética. Es curioso que esa fe en el progreso moral del ser humano proviene casi siempre de los que adoptan posturas más cercanas al mundo real. Es como si la utopia en un mundo mejor suplantase la creencia en el más allá.

14 de abril de 1854

La desgracia de haber nacido y de estar condenado a morir casi en la infancia del progreso humano moral, intelectual e incluso físico, sólo puede aminorarse estando en comunión con aquellos que ya son todo lo que los seres humanos bien constituidos serán algún día, y teniendo conciencia de estar haciendo algo no totalmente privado de valor, en pro del lento pero gradualmente acelerado progreso hacia esa última consumación.

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Nada alivia más los males menores

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Sigo con el pequeño diario del filósofo y parlamentario inglés JohnStuart Mill, ahora que la primavera por fín se decide a lucir a orillas de nuestro Mediterráneo.

En esta reflexión sobre la condolencia mutua en los momentos malos de la vida ,se expresa de un modo indirecto la realidad de nuestra vida en sociedad, comunidad que diría nuestro profesor Lison, como necesidad del ser humano. El sentimiento de amar y sentirse amado es el ingrediente más importante que nadie puede obviar para poder hablar de algo parecido a la felicidad como seres sociales que somos.

21 de marzo de 1854

Nada alivia más los males menores de la vida, y casi los convierte en bienes, que el compadecimiento de quienes nos aman y a quienes nosotros amamos de todo corazón. El caso es muy contrario cuando el mal es grande: su parte más amarga es el sufrimiento que produce en aquellos cuya vida y felicidad están ligadas a las nuestras.

Los peligros del fanatismo

Parece como si nuestro amigo Stuart Mill desde su retiro cerca de Aviñón hubiera leido los comentarios de la entrada de ayer sobre el presidente Obiang para escribir su pensamiento que publicamos hoy.

17 de marzo de 1854

Cuando vemos y sentimos que los seres humanos pueden tener el más profundo interés en lo que pueda acontecerle a su país o a la especie humana mucho después de que ellos hayan muerto, y en lo que pueden hacer mientras estén vivos para influir en  ese futuro que ellos no verán jamás, no podemos dudar que si éste y otros sentimientos similares fueran cultivados del mismo modo y en la misma medida que la religión, llegarían a constituirse en una religión

Después de leer algunos comentarios uno presiente el peligro del fanatismo, cargado de ideas no justificadas, que puede caer en manos de esos usureros de los servicios secretos de muchos paises. Usureros que guardan todas las injusticias, crímenes, violaciones, para luego puestas en otras manos seguir manipulando la política de esos paises.

Nada nuevo bajo el sol, pero…ahora hay más medios para saber distinguir las razones de unos y las sinrazones de otros, las verdades de los oprimidos, de los torturados y las mentiras de los que se amparan en los dorados doseles del poder. De eso en este país nuestro aprendimos algo en años no tan lejanos.

Este blog, humildemente, puede ayudar a  no caer postrados y cegados por el fanatismo irracional.