Yo siempre he sentido como carencia el no saber historia de las creencias, de las religiones, a lo largo de la historia de la humanidad. De niño teníamos Historia Sagrada, lecturas de historias de Santos y por supuesto en todos los curso de bachillerato y de la Escuela de Comercio la «maría» de Religión, o como decía un amigo: l a religión católica, apostólica , romana y franquista.
Esta carencia me animó el año pasado a leer el libro, que recomiendo, de Karen Armstrong «La gran transformación». La autora británica (1944) que se autocalifica como «monja fugitiva», ya que después de siete años de vida monacal abandonó su reclusión para dedicarse al estudio, docencia e investigación de las grandes tradiciones religiosas, especialmente monoteistas: judaismo, cristianismo e islamismo.Que le llevó a publicar una gran cantidad de titulos de divulgación muy importantes como Una historia de Dios, Jerusalem una ciudad y tres religiones, El islam, Los orígenes de fundamentalismo en el judaísmo, el cristianismo y el islam.
Karen Armstrong no predica ninguan religión en particular. Sólo pretende que se conozca la lucidez de todas ellas. Intenta desvelar sus lejanos orígenes. Considera que las religiones monoteistas han desarrollado una forma agresiva de fe frente a la cultura moderna, laica y globalizadora. Y piensa al igual que Kant que la religión que declare la guerra a la razón moderna no podrá salir victoriosa.
Pero la historia deja rastros, algunos muy crueles, de que la razón no basta y de ahi su énfasis en encontrar puntos de encuentro y comunidad entre ambos mundos, mundos que algunos se empeñan sean de confrontación permanente. Parece que un encuentro educado y amable entre la razón y la compasión de las religiones no perjudicaría a ninguna de las partes.
La gran transformación es aquella impresionante revolución espiritual que Karl Jaspers llamó «era axial» de la humanidad que situa entre los años 900 y 200 AEC (antes de la era común), cuando surgen los genios espirituales de la talla de Buda, Sócrates, Confucio, Jeremías, los místicos de Upanishad, Platón, Aristóteles. Nacidas esas explosiones de espiritualidad en cuatro regiones muy diferentes: confucionismo y taoísmo en China, hinduismo y budismo en India, monoteìsmo en Israel y racionalismo filosófico en Grecia. Más tarde florecerían el judaísmo rabínico, el cristianismo y el islamismo.Hasta ahora no hemos superado la sabiduría axial, aunque en algunos aspectos en esa era también había muchas sombras como el hecho de no que había, no se conocen, sabias axiales.
Karen Armstrong, decía en una entrevista publicada por EL PAÍS que renegaba de la fe cristiana, defraudada por la «crueldad» de la Iglesia en los siete años que vistió el hábito, ninguna religión es la mejor, todas enseñan básicamente la compasión. Ahora su religión es el estudio, sus rezos son sus estudios. Y en eso estamos, intentaré resumir, comentar o reflexionar sobre la base de este libro tan «religiosamente» escrito.