En nuestra cultura son bastante conocidos y utilizados, existiendo organizaciones estatales y particulares dedicadas a la planificación e información sexual, donde la gran mayoría de las consultas proceden de mujeres jóvenes.
Recodemos que las niñas son fértiles a la edad aproximada de 12 años y los niños sobre los quince, así que tampoco se puede dejar en libertad a menores, ni facilitar ni utilizar medios anticonceptivos. Teniendo en cuenta que la administración de hormonas a casi niñas, no es una buena elección y menos si las dosis están por encima de lo permitido. En estos casos pueden deben utilizarse las barreras físicas como método profilácticos (preservativos) que se consideran una magnifica opción para la libertad sin riesgo de relación de las parejas.
En un encuentro de mujeres ATS, que trabajan en centros de planificación familiar, explicaron su labor con adolescentes y niñas que acudían en mayor cantidad los Lunes en busca de la píldora del día después, algunas jovencitas eran reincidentes, que cuando se les advertía del peligro de hormonas en el organismo, no escuchaban cambiaban de gabinete, acudían a médico particular o las conseguían a través de algún medio no legal.
La píldora del día después, es una dosis de hormonas, que trabaja de forma diferente, dependiendo del momento del ciclo en el cual se encuentra la mujer y del tiempo que haya transcurrido desde la relación sexual. Una de las funciones es evitar la ovulación con lo que los espermatozoides, no encuentran ovulo que fecundar. Otra forma de actuación es impedir que el ovulo fecundado pueda implantarse en la pared de la matriz.