
El pensamiento mercantilista se puede sintetizar a través de las nueve reglas de Von Hornick:
- Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las manufacturas.
- Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas
- Que se fomente una población grande y trabajadora.
- Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se mantenga en circulación.
- Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros
- Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.
- Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras materias que puedan acabarse en el país.
- Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de manufacturas de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.
- Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo suficiente y adecuado en el país.
Uno de los elementos en los que los mercantilistas estaban de acuerdo era la opresión económica de los trabajadores. Los asalariados, agricultores y granjeros debían vivir en los «márgenes de subsistencia». El objetivo era maximizar la producción y tener contenido el consumo. Para aquellos pensadores, el hecho de que las clases más bajas tuvieran más dinero, tiempo libre, o educación se veía como un problema que degeneraría en pocas ganas de trabajar, dañando la economía del país. Los salarios se mantienen pues a un bajo nivel para incitar a trabajar a todos. Las leyes en Inglaterra persiguen a los vagabundos y hacen obligatorio el trabajo. El ministro Colbert haría trabajar a niños con seis años en las manufacturas de Estado.
Esta política mercantil argumenta que las políticas mercantilistas fueron desarrolladas y puestas en práctica por comerciantes y gobiernos, cuyo objetivo era incrementar al máximo los beneficios empresariales. Los empresarios se beneficiaban enormemente, y sin que ello les supusiera un esfuerzo, por la imposición de monopolios, las prohibiciones a las importaciones y la pobreza de los trabajadores. Los gobiernos, por su parte, se beneficiaban del cobro de aranceles y los impuestos de los mercaderes. Si bien las ideas económicas más tardías fueron desarrolladas a menudo por académicos y filósofos, casi todos los escritores mercantilistas eran comerciantes o personas con cargos en el gobierno.
Mercantilismo es el conjunto de ideologías económicas, que se desarrollaron durante los siglos XVI al XVIII de le denominó mercantilismo, y se caracterizó por la intervención del Estado, con medidas tendentes a reforzar las naciones que depende del capital representado por los metales preciosos que el estado tiene en su poder, y que se incrementa mediante una balanza positiva con otras naciones por un superávit de las exportaciones en relación con las importaciones.
El mercantilismo sugiere que el gobierno dirigente debe actuar para fomentar la exportación lo que facilitaría el desarrollo económico y el enriquecimiento de las naciones. Marca el final de la ideología económica del cristianismo inspirada en la filosofía griega de Aristóteles que rechazaba la acumulación de riquezas y los prestamos con interés, que incurrían en el pecado de usura. Las teorías mercantilistas buscaban el que el tesoro de la nación se viera enriquecido. Este modelo dio lugar a una economía llamada del Antiguo Régimen imperante en las monarquías absolutas europeas, método totalitario, donde no se tenia en cuenta el papel que desempeña el sistema social y para frenar las importaciones se instauraban aranceles elevados que beneficiaban y enriquecían a los fabricantes que se convertían en monopolistas. El mercantilismo supone que la intervención del estado como medio para el desarrollo económico donde la riqueza privada es simplemente un medio, y como tal se subordina al estado y a sus fines de dominio. Esta filosofía se enfrentaba al liberalismo, que considerará a la riqueza como preciosa para el individuo, y la riqueza de los ciudadanos contribuya a aumentar la riqueza del estado.
En el Siglo XIX el mercantilismo, se extenderá por la mayoría de las naciones europeas, adaptándose a las características nacionales. se diferenciaba el bullionismo ó «mercantilismo español», que propugna la acumulación de metales preciosos (oro y plata) ; el colbertismo o «mercantilismo francés» que se inclina á industrializar y el «mercantilismo británico» que se basa en el comercio exterior como frente de ingresos para proporcionar la riqueza del país.
La confianza en el mercantilismo comenzó a decaer a finales del siglo XVIII, con las teorías de Adam Smith y otros economistas clásicos influyeron en Inglaterra y Alemania, su obra La riqueza de las naciones, califica el mercantilismo como una «economía al servicio del Rey». Hoy la teoría del mercantilismo es rechazada por la mayoría de los economistas.
El escritor Thomas Mun, situaban como principal objetivo el crecimiento de la riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal, admitían que existían otras fuentes de riqueza, como el comercio.
«(…) no es la gran cantidad de oro y plata lo que constituye la verdadera riqueza de un Estado, ya que en el mundo hay Países muy grandes que cuentan con abundancia de oro y plata, y que no se encuentran más cómodos, ni son más felices […]. La verdadera riqueza de un Reino consiste en la abundancia de las Mercancías, cuyo uso es tan necesario para el sostenimiento de la vida de los hombres, que no pueden pasarse de ellas»
Entre los católicos HUMANISTAS, se incluye la obra del valenciano «Luis Vives»: “En la subvención a los pobres o de la necesidad humana”. Brujas,1525), que trata el problema de la mendicidad buscando soluciones en las instituciones públicas, que deben socorrer a los verdaderos pobres y hacer trabajar a los que sólo son vagos; para ello consideraba preciso una organización de la beneficencia y una reforma del sistema sanitario, de asilo. Siguiendo sus ideas se organizó la actuación contra la pobreza en la ciudad de Brujas.