Arqueología
LA PIRAMIDE DEL SOL, DE LA LUNA Y LA DE LA SERPIENTE EMPLUMADA.
La Pirámide del Sol en México
Es una de las tres grandes pirámides que existen en Mesoamérica, y cuya altura es similar la Piramide del Sol, tiene 64 metros de altura, la de Cholula 66 metros y la del Templo de Tikal 70 metros
La pirámide del Sol de Teotihuacan es el mayor edificio del conjunto de grandes construcciones que ofrece esta antigua ciudad. Por sus considerables dimensiones se puede observar a varios kilómetros de distancia. Tiene una una planta casi cuadrada de aproximadamente 225 metros por lado, suele compararse con la piramide egipcia de Keops.
El edificio consta de cinco cuerpos troncocónicos superpuestos y una estructura adosada de tres cuerpos que no alcanzan la altura de la primera plataforma. A los visitante se le permite subir hasta su cima teniendo que soportar en la ascensión 250 escalones. Esta ubicada al Oeste de la calzada de los Muertos. La imagen actual de la pirámide corresponde a la restauración realizada entre los años 1905 al 1910 en que se habilitaron varios edificios de la ciudad con gran acierto, para que sirvieran como atrctivo turistico. El uso de la pirámide del Sol y el significado que tuvo para los habitantes de Teotihuacan permanece como una incógnita, aunque se supone era destinado a culto al gran astro.
En 1971 el investigador mexicano, Jorge Ruffier encontró un túnel bajo la pirámide, que llamo el acceso a la cueva sagrada, supusieron que se trataba de una caverna natural que fue empleada con propósitos rituales, lo que explicaría la construcción del monumento sobre ella, si embargo se ha demostrado que fue cavada por humanos, La estructura del túnel recuerda a las tumbas subterraneas, conduce a traves de unos 100 metros al centro de la piramide, donde se encuentran una camara con cuatro espacios, donde pudo estar la tumba real.
La pirámide de la Luna está situada cerca de la del Sol, es uno de los edificios más antiguos de Teotihuacan. Su forma final la adquirió después de siete etapas constructivas. Tiene una planta cuadrada de aproximadamente 45 metros por lado y también esa es su altura. Es de tamaño menor que la Pirámide del Sol, pero se encuentra a la misma altura por estar edificada sobre un terreno más elevado. Junto a esta pirámide se encontró una estatua llamada Diosa de la Agricultura que los arqueólogos sitúan en época tolteca primitiva.
La Piramide de la Serpiente Emplumada, se encuentra en la Ciudadela es un conjunto arquitectónico localizado en la banda oeste de la calzada de los muertos. El conjunto forma una gran plaza cuadrangular de aproximadamente 400 metros por lado y fue construido sobre los 200 años d. C, a la piramide de la Septiente Emplumada, la rodean trece templos secundarios construidos sobre una plataforma. Detrás del templo de las Serpientes Emplumadas se encuentran dos conjuntos habitacionales que pudieron estar reservados para la élite teotihuacana. En el centro de la plaza se encuentra un adoratorio con cuatro escalinatas que daban acceso a la plataforma.
La pirámide de la Serpiente Emplumada se halla a una cierta distancia de las dos grandes pirámides del sol y la Luna, en la Calzada de los muertos. Fue descubierto en 1920. En el 2010, con un robot, se exploro un estrecho tunel, de un largo de 100 metros, que conduce al centro del inferior de la Piramide, donde se encuentran 3 camaras que se presuponen destinados a enterramientos de personajes muy importantes de la ciudad.
El recubrimiento es totalmente de barro para que las personas que se introdujeran aquí no se percibieran que continuaba el tunel más alla de la pequeña entrada.
TEOTIHUACAN, DE SU FORMACIÓN COMO CIUDAD.
Una de las mayores ciudades de Mesoamrica durante la época prehispánica. Su grandiosos restos se encuentran a 57 kilómetros de la Ciudad de México su nombre de origen náhuatl, significa: ‘Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad propiedad de los dioses’, cuando fue descubierta por los mexicas estaba abandonada, por lo que se desconoce el nombre que le daban sus habitantes.
Los orígenes de Teotihuacan en el valle del Anahuac son todavía objeto de investigación entre los arqueólogos. Se basa la construcción de esta ciudad en el inicio de nuestra era hace 2000 años, según muestran las excavaciones en la Pirámide de la Luna y debió tener su máximo apogeo entre los siglos II al VII de nuestra era, debió tener ciento cincuenta mil habitantes, y un gran centro económico, comercial y político, comercial y político, con influencia en toda la región.
El declive de la ciudad, de su cultura e influencia esta atribuido a cambios climatológicos, que causaron migraciones de sus habitantes por el territorio de México, por el origen de inseguridad ciudadana y rebeliones.
Las hipótesis más recientes sobre el grupo humano que pobló Teotihuacan basados en los descubrimientos, como los objetos del barrio zapoteco de la ciudad apuntan a que fueron varios los grupos que la habitaron, procedentes de otras regiones de Mesoamrica, con predominios de los mayas y aborígenes de la región del Golfo.
Durante la época prehispánica los toltecas y mexicas excavaron los restos de la ciudad para extraer objetos preciosos de ella y la ciudad se convirtió en el escenario de mitos y leyendas, basadas en creencias religiosas. Una de las interpretaciones más conocidas es la que traduce Teotihuacan como Lugar donde nacieron los dioses. O como indican historiadores, Lugar donde fueron hechos los dioses. Esta interpretación está relacionada con la Leyenda de los Soles, creencia sobre el origen de los mundos que se creó aquí el Quinto Sol, tras el sacrificio de los dioses anteriores. En el Diccionario del náhuatl en el español de México, Montemayor investigador mexicano, lo traduce como: Lugar de los que tienen dioses.
La distinción entre las ciudades históricas y la ciudad mitológica no es aplicada de manera monolítica. Haciendo un análisis de las fuentes históricas, los hallazgos arqueológicos en el centro de México y en el área maya a Teotihuacan se le atribuye la identidad de ciudad de los dioses. Teotihuacan, además de designar a la ciudad histórica y al conjunto de monumentos arqueológicos que están abiertos a la visita del público, también es el nombre de un municipio mexicano.
El valle de Teotihuacan forma parte de la cuenca de México. Se ubica en el noreste de ese gran vaso lacustre de más de 14 mil km2 de superficie, dentro de los límites que actualmente corresponden al hoy estado de México, en el valle y en la altitud se encuentran los monumentos arqueológicos, en la cúspide del cerro Gordo. Las aguas de lluvia se transportan por los ríos San Juan, San Lorenzo y Huixulco al lago Texcoco.
La vegetación del valle de Teotihuacan ha cambiado poco respecto a la época prehispánica, aunque es evidente que el paisaje actual es resultado de una combinación de factores naturales y antropogénicos. La diferencia principal consistiría en la extensión de los ecosistemas vegetales —pues la superficie dedicada a la agricultura ha crecido a costa de ellos— y en la desaparición de las especies del género Pinus en el paisaje del valle.
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Los vestigios de la ciudad dieron origen a numerosas explicaciones sobre su presencia entre los pueblos nahuas del Posclásico, que son conocidos por la labor de recuperación de los misioneros de Indias, como el fraile franciscano Bernardino de Sahagún.
La larga historia de Teotihuacan está dividida en varias fases definidas a partir del análisis de los materiales arqueológicos rescatados en la ciudad y otros puntos de Mesoamrica. En esta cuestión juega un papel importante el estudio de los restos de cerámica encontrados ya que pueden ser fechados a partir del estilo de las trabajos y el estudio con la técnica del carbono 14. Las fases estudio se clasifican y son denominadas con el nombre de algunos barrios de Teotihuacan o sitios que se encuentran en las inmediaciones.
El proceso civilizatorio que tuvo lugar desde que los seres humanos llegaron al Anahuac, que pudo ocurrir aproximadamente hace 20 mil años, la agricultura permitió el proceso de sedentarización en la zona y a los habitantes de la región enfrentar la extinción de la fauna que fuera una de las principales bases de su alimentación.
La agricultura se convirtió paulatinamente en la base de la economía de los pueblos del valle de México, pues proveía una fuente segura de alimentación. Los asentamientos correspondientes a esta época combinaron la agricultura con la explotación de los recursos del entorno lacustre, y muestran una mezcla de influencias culturales de inspiración Olmeca.
Hay poca información sobre el proceso que llevó a la fundación de Teotihuacan, se establecieron las primeras aldeas en el valle de Teotihuacan que aprovecharon las condiciones del entorno para la práctica de la agricultura. Las aldeas se ubican en las inmediaciones de los ríos y manantiales, así como en el norte del valle. Alrededor del año 100 a. C. se comenzaron a desarrollar dos asentamientos dentro de lo que sería unos siglos más tarde la metrópoli teotihuacana. Uno de ellos corresponde al área ceremonial de Teotihuacan, sobre la calzada de los Muertos.El cálculo para la población de la región durante esa época y otras poblaciones en la cuenca del Anáhuac fueron absorbidas por el crecimiento de Teotihuacan. El emplazamiento de la ciudad revela que los fundadores buscaron una posición estratégica que favoreciera la agricultura y asegurara el abastecimiento de alimentación a la ciudad, mediante una agricultura de alto rendimiento.
El núcleo urbano de Teotihuacan experimentó una población desmesurada, una parte de ese crecimiento se suele explicar como resultado del declive de ciudades cercanas
ubicadas en la llanura. Teotihuacan adquirió un mayor protagonismo en la cuenca de México, atrayendo una parte importante del aumento poblacional.
Durante su edad dorada influyó sobre muchos pueblos vecinos e inspiró otras culturas además de legar conocimientos científicos y culturales a las sociedades posteriores. Por esta razón es muy frecuente encontrar por todo el territorio mexicano rastros y evidencias de esta cultura.
La expansión de Teotihuacan no se logró sólo por las armas, sino por la combinación entre la actividad militar, el comercio y el establecimiento de alianzas políticas. Entre las principales mercaderías monopolizadas por los teotihuacanos estaba el cristal volcanico (obsidiana) la ceramica y el alabastro. Cuando la ciudad se hizo grande y poderosa, las casas pasaron a ser edificios de mampostería en lugar de simples chozas. La clase gobernante, la aristocracia, vivía en un barrio rodeado por una muralla, construido en las cercanías de lo que actualmente se llama la Calle de los Muertos; sus palacios estaban ricamente adornados por pinturas murales donde se representaban figuras de animales, deidades y otros personajes relacionados con la religión. El resto de la población vivía en conjuntos habitacionales de tamaño y estructura diversa.
se construyeron más de 2000, consistían en apartamentos de una sola planta, intercomunicados, con un patio central con un pequeño adoratorio del dios tutelar de sus habitantes, que llegaron a ser entre 60 y 100 individuos. La cantidad y disposición de los conjuntos varió en función de la clase y posición social de sus habitantes, pero constituyó núcleos hoy identificados que contaron con calles de tamaño variable con una extensión promedio de 60 metros por vivienda.
TEOTHIUACAN CONSTRUIDA POR RAZA DE GIGANTES.
TEOTHIUACAN CIUDAD RELIGIOSA AMERINDIA EN MÉXICO
Entre el 200 A.c. hasta después del 600 D.c. una ciudad surge al Norte de México, entre volcanes, se calcula pudo llegar a tener 150.000 habitantes, su caída fue ocasionada por las invasiones procedentes del norte. Es una enorme extensión con más de veinte kilómetros cuadrados, entre volcanes extinguidos, que tiene un gran avenida, denominada la calzada de los muertos, donde se encuentran los principales edificios del conjunto. Hacia el sur, se encuentra el templo de Quetzlcoatl (la serpiente emplumada), dentro del espacio denominado la ciudadela, muy cerca la gran mole del Templo con la Pirámide del Sol, con varios grupos de escaleras con 65 metros de altitud. Siguiendo la calzada de los Muertos, se encuentra la pirámide de la Luna.
De acuerdo con las fuentes coloniales, los nahuas pensaban que Teotihuacan fue construida pos los quinametzin una raza de gigantes que pobló el mundo durante la era anterior y cuyos sobrevivientes se encontraban ocultos. Los templos, las pirámides de la ciudad eran imaginados como las tumbas de los señores que fundaron la ciudad, un lugar sagrado donde al morir y ser enterrados, los hombres se convertirían dioses.
Y lo llamaron Teotihuacan,
porque era el lugar donde se enterraban los señores.
Pues según decían:
«Cuando morimos,
«no en verdad morimos,
«porque vivimos, resucitamos,
«seguimos viviendo, despertamos.
«Esto nos hace felices»
[…]
Decían: «se hizo allí dios»,
quiere decir que allí se murió.
Los informantes nahuas pensaban que Teotihuacan fue el sitio donde los dioses se reunieron para dar origen a Nahui Ollin, el Quinto Sol de acuerdo con la mitología indígena, el que alumbra la era contemporánea.
Cuando aún era de noche,
cuando aún no había día,
cuando aún no había luz,
se reunieron,
se convocaron los dioses
allá en Teotihuacan.
Dijeron,
hablaron entre sí:
—«¡Venid acá, oh, dioses!
«¿Quién tomará sobre sí,
«quién se hará cargo
«de que haya día,
«de que haya luz?»
Fuente : Primeros memoriales de Bernardino de Sahagún
DE LA DESTRUCIÓN DE LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRIA. LA MÁS GRANDE Y ERUDITA DE LA ANTIGÜEDAD.
La destrucción de la Biblioteca de Alejandría es uno de los más grandes misterios de la civilización occidental. Se carece de testimonios precisos sobre sus aspectos más esenciales, y no se han encontrado las ruinas del Museo. Independientemente de las culpas de cristianos o herejes, el fin de la biblioteca debe situarse en un momento indeterminado del siglo III o del IV.
Los eruditos a partir del Siglo XIX han intentado comprender la organización y estructura de la biblioteca, y sobre su final. Los conocimientos sobre la Biblioteca, son muy escasos, ya que muy pocos testimonios tratan sobre tan gran institución, y aún éstos son esporádicos y desperdigados. Se ha insistido en que se ha formado una utopía retrospectiva en torno a la Biblioteca de Alejandría. Se han hecho afirmaciones contradictorias, dudosas o simplemente falsas, realizando suposiciones a partir de muy pocos datos que, la mayoría de las veces, son sólo aproximaciones.
La biblioteca del Museo constaba de diez estancias dedicadas a la investigación, cada una de ellas dedicada a una disciplina diferente. Un gran número de poetas y filósofos, que llegaron a ser más de cien en sus mejores años, se ocupaban de su mantenimiento, con una dedicación total. En realidad se consideraba el edificio del Museo como un verdadero templo dedicado al saber.
Se sabe que en la biblioteca se llegaron a depositar el siguiente número de libros:
- 200.000 volúmenes en la época de Ptolomeo I
- 400.000 en la época de Ptolomeo II
- 700.000 en el año 48 a. C, con Julio César
- 900.000 cuando Marco Antonio ofreció 200.000 volúmenes a Cleopatra, traídos de la Biblioteca de Pérgamo.
A finales del siglo XIX se encontraron en el yacimiento de Oxirrinco, al sur de El Cairo, miles de papiros que fueron estudiados a fondo por los eruditos. En algunos de ellos se hablaba de la famosa Biblioteca y se daba una lista de nombres de varios directores o bibliotecarios a partir del año de su fundación:
Los sabios que estudiaban, criticaban y corregían obras se clasificaron a sí mismos en dos grupos: filólogos y filósofos. La Filosofía abarcaba las ramas del pensamiento y la ciencia: física, ingeniería, biología, medicina, astronomía, geografía, matemáticas, literatura, y lo que nosotros llamamos actualmente filosofía.
Allí se encontraban personajes tan conocidos como Arquímedes, el más notable científico y matemático de la antigüedad; Euclides que desarrolló allí su Geometría; Hiparco de Nicea, que explicó a todos la Trigonometría, y defendió la visión geocentrica del Universo visión geocéntrica del Universo; Aristarco, que defendió todo lo contrario, es decir, el sistema heliocéntrico siglos antes de Copérnico; Eratóstenes, que escribió la Geografía y compuso un mapa bastante exacto del mundo conocido;Herófilo de Calcedonia, un fisiólogo que llegó a la conclusión de que la inteligencia no está en el corazón sino en el cerebro; los astrónomos Timócaris y Aristilo; Apolonio de Pérgamo, gran matemático, que escribió en Alejandría Sobre las secciones cónicas; Apolonio de Rodas, autor de El viaje de los argonautas; Herón de Alejandría, un inventor de cajas de engranajes y también de unos aparatos movidos por vapor: es el autor de la obra Autómata, la primera obra conocida sobre robots; el astrónomo y geógrafo Claudio Ptolomeo; Galeno, quien escribió bastantes obras sobre el arte de la curación y sobre anatomía.
Todo lo que se sabe en la actualidad sobre la historia de la antigua biblioteca se debe a algunas referencias de posteriores escritores, a veces de gente que incluso la llegó a conocer, pero son alusiones de pasada, no hay nada dedicado en exclusiva a comentar o describir el edificio o la vida que en ella se desarrollaba.
El geógrafo y gran viajero griego Estrabón (c. 63 – c. 24 a. C) hizo una pequeña descripción, pues parece ser que estuvo en Alejandría a finales del siglo I a. C. Hablaba del Museo y dice que consta de una exedra, una obra hecha al descubierto, de forma circular y con unos asientos pegados a la parte interior de la curva. Cuenta que también vio una estancia muy amplia donde se celebraban las comidas de los sabios y los empleados. Y habla también de la biblioteca, de la gran biblioteca, algo «obligatorio» en el Museo.
Marco Anneo Lucano, historiador del siglo I, natural de Hispania y sobrino de Séneca, cuenta en su célebre Farsalia cómo ocurrió el incendio del puerto, cómo se propagaron las llamas ayudadas por el viento, que no cesaba, desde los barcos también incendiados y anclados en el gran puerto oriental.
Tito Livio dice en sus referencias que la biblioteca de Alejandría era uno de los edificios más bellos que él había visto, con muchas salas llenas de estantes para los libros y habitaciones donde sólo los copistas podían estar, sin que fueran molestados. Incluso apunta el hecho de que cobraban por cada línea copiada.
En la biografía de Claudio refiere que el Emperador, tras escribir en griego una historia de los etruscos y otra sobre los cartagineses (hoy perdidas), quiso celebrar la escritura de estos libros y creó un anexo del Museo: …añadió al antiguo Museo de Alejandría otro nuevo que llevaba su nombre y se estableció que todos los años, en determinados días, se habría leer en las salas públicas de recitación, en uno de los museos, la historia de los etruscos, y la de los cartagineses en el otro, ambas, y cambiando de lector a cada libro… Ello da a entender de manera más que manifiesta que el viejo Museo seguía existiendo y en pleno funcionamiento.
Entre 320 y 1303 hubo 23 terremotos en Alejandría. El del 21 de julio de 365 fue particularmente devastador. Según las fuentes, hubo 50.000 muertos en Alejandría, y el equipo de del Institut Européen d´Archéologie Sous-Marine, ha encontrado en el fondo de las aguas del puerto cientos de objetos y pedazos de columnas que demuestran que al menos el veinte por ciento de la ciudad se hundió en las aguas, incluyendo el Bruchión, supuesto enclave de la Biblioteca original de los Tolomeos y que fuera destruida por este desastre, restando tan sólo parte de su contenido -unos 40.000 rollos- custodiados en una biblioteca secundaria ubicada en el complejo del Serapeum, templo dedicado al dios Serapis, patrón de la ciudad.
Por lo que se refiere a esta segunda Biblioteca, también conocida como Biblioteca-hija o Biblioteca del Serapeo, a finales del siglo IV el emperador Teodosio el Grande, en respuesta a una petición del patriarca de Alejandría, envió un decreto de prohibición contra el paganismo en Egipto: en el año 391, el patriarca Teófilo de Alejandría promovió una revuelta durante la cual el templo de Serapis resultó asaltado. Algunos historiadores afirman que la Biblioteca del Serapeo fue saqueada y desperdigada o destruida; otros lo ponen en duda toda vez que no nos han llegado fuentes directas de que ello sucediera y en las referencias de la revuelta se recogen múltiples detalles pero ninguna alusión se hace a la Biblioteca. Así unas décadas después el historiador romano Sócrates de Constantinopla proporciona el relato de la revuelta en el libro V de su Historia ecclesiastica, escrita alrededor del año 440.
También se ha llegado a asociar la destrucción de la Biblioteca con la muerte de Hipatia de Alejandría, si bien no hay ninguna referencia histórica que vincule ambos sucesos. Según las fuentes, Hipatia enseñaba a sus discípulos en su propia casa, fue asaltada en la calle y llevada al Cesáreo, donde fue asesinada, no al Serapeo.
En cualquier caso, no sería extraño que el contenido de la Biblioteca del Serapeo fuera dañado por las sucesivas algaradas que sufrió la ciudad en esta época, la cual era famosa en la antigüedad por la naturaleza levantisca y pendenciera de sus habitantes. A lo largo de los siglos IV y V fueron frecuentes los motines populares, que provocaron la muerte a dos obispos cristianos, Jorge y Proterio, en el 361 y 457 respectivamente, la de la filósofa Hipatia(415 ó 16) o la del Prefecto imperial Calixto en 422.
La cuestión dista mucho de estar clara, puesto que, si bien es cierto que en 416, el teólogo e historiador hispano romano Paulo Orosio vio con mucha tristeza los restos de la biblioteca del Serapeo, confirmando que «sus armarios vacíos… fueron saqueados por hombres de nuestro tiempo».
Aunque para otros historiadores más modernos este episodio no constituye más que una leyenda.