Pergamino es un material utilizado en la escritura en el siglo XV antes de Cristo. Fabricado con la piel de animales siendo el más común, cordero, vacas, ciervos o renos.
La piel sigue un proceso de eliminación de pelos o lanas, con productos cáusticos, y se limpian con piedra pómez. Se procede a un estiramiento y secado para obtener superficies al final del cual se consiguen las láminas con las que se elaboraban libros o rollos que se conocían y utilizaban en la Antigüedad.
Donde existía mayor dominio y producción era en la ciudad de Pergamo, eran famosos por su calidad, más su existencia y uso era anterior a la ciudad de Pergamo. Desde la Antigüedad se utilizó este material para escribir textos literarios, sagrados, etc.
En el Antiguo Egipto y en Asia Menor, se utilizaba el pápiro un material más económico y más fácil de conseguir, aunque más frágil y perecedero. Razón por la que se fue sustituyendo poco a poco el papiro por el pergamino, más duradero y de mejor calidad. El pergamino era un material para escritura de coste bastante alto por lo que no dejó de usarse el papiro durante bastantes años. Se utilizaba el pergamino para ediciones importantes, como libros y obras jurídicas, y el papiro era bastante común para escritos cortos y cotidianos, como podían ser las cartas.
Los volúmenes de la Biblioteca de Pergamo pasaron a copiarse en pergamino, en sustitución del papiro. Una leyenda cuenta que este cambio fue debido a que la ciudad de Alejandría, rival de Pérgamo en cuanto a construcción de bibliotecas y producción de textos, dejó de abastecer el papiro, material cuya producción era de propiedad real y la distribución era monopolizada y la distribución la tenía monopolizada Alejandria, aunque no era el único productor, ya que otras ciudades de Asia también lo cultivaban.
Al principio, un libro de pergamino consistió en una faja enrollada, hasta que en el periodo del Imperio se produjo una innovación que consistió en cortar el trozo de piel tratada, plegarlo y formar los cuadernos, que se cosían y después se reunían varios con el mismo tema, a continuación se cubrían con unas tapas con forma de los actuales libros, en muchas iglesias se conservan libros de cánticos de coro de grandes dimensiones. Estos libros fueron conocidos con el nombre de Codex membranei. la palabra códice ha evolucionado semánticamente a través de los tiempos. proviene de codex, que literalmente significa tronco de árbol y en un principio se refería a las tablillas de madera encerada que se utilizaban también para escribir. Las cubiertas de los cuadernos que Foumban libros eran de eran de tablillas de madera (Codex) y las hojas eran de pergamino (membrana). Una de las ventajas que el pergamino tenía sobre el papiro era que se podía escribir en él por las dos caras de la piel; aun así su alto coste hizo que no sustituyeran el uso de los rollos de papiro durante bastante tiempo.
En Roma nació enseguida una industria del pergamino que dio lugar a los comercios llamados tiendas de los membranarii. Entre los romanos, en los comienzos del siglo II, el pergamino era ya de uso corriente y fue en el periodo del Bajo Imperio cuando desplazó definitivamente al papiro que aún subsistía, pues era mucho más barato y fácil de conseguir. En realidad los romanos no dejaron de utilizar el papiro después de la inclusión del pergamino, sobre todo para escrituras que consideraban menos importantes, como cartas, algunos documentos, etc. Sólo los libros y textos jurídicos de gran importancia se venían escribiendo en pergamino.
Cuando la piel es extraída de un animal viejo, el resultado es un pergamino de buena calidad pero más basto. Si por el contrario el animal es joven, se obtiene un pergamino mucho más fino llamado. El pergamino más basto se suele utilizar para hacer tambores, panderetas y similares.