LAS/os JOVENES DEBEN LLEGAR A LAS RELACIONES PREMATRIMONIALES CON INFORMACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS DEL ACTO DE AMAR.

La aportación de las hormonas en el cuerpo de la niña, la convierte en mujer,  la naturaleza, informa por medio de los ciclos periodicos que tiene capacidad para ser madre.  La edad en que la sociedad acepta que las niñas puedan ser madres, es un concepto cultural, algunas chicas africanas tienen sus hijos a los trece años y al llegar a los 22 pueden tener tres.  El numero de mujeres africanas que tienen dificultades en el  parto, si bien influye el insuficiente desarrollo de su cuerpo,  la mayoría de las ocasiones es por falta de asistencia de atención sanitaria y no por falta de capacidad de parir.

En Occidente la información a las jóvenes, les debe llegar por las madres, y a través de la enseñanza en los colegios del estado y concertados.

hoy el mundo es más liberal y  que los jóvenes disfruten de su sexualidad  influenciados por la atracción de la Naturaleza, les esta permitido en un gran numero de familias. A la sociedad española la libertad sexual le estuvo negada, porque la influencia de la Iglesia afectó a la relación de las parejas, con una intolerancia que llegaba al absurdo, recordemos casos de chicas jóvenes por su debilidad ante el amor quedaban embarazadas  en relaciones prematrimoniales, podrían haber sido  ser expulsada del hogar familiar, tan extremo era el papanatismo intelectual y social influenciado por dogmas.

Cierto que las adolescentes a los quince años en algunos casos tienen inestabilidad emocional dominadas por las pasiones, y pueden ocurrir  embarazos indeseados, más hoy la sociedad más abierta y comprensiva en este aspecto, está mas informada y tienen medios a su alcance que previenen estas situaciones.

De todos modos si hoy esto ocurriera seria amparada por padres, abuelos o tíos. Cierto que en una sociedad plural de pensamientos, pudiera ocurrir que no todas las jóvenes, tengan las mismas atenciones familiares, más  en todos los casos  los servicios sociales tomaran la defensa de las jóvenes,   En una situación de embarazo es preferible la asistencia médica, que una intervención o solución de personas que no pertenecen al mundo de la salud, que pueden provocar riesgos irreversibles que afecten a la embarazada y su fruto al que se debe proteger, el que a muchas personas nos parezca el aborto una acción reprochable, no impide que pueda aceptarse la decisión de la mujer, de su familia y de los consejos y accesoria de orientación sociales. 

 Las jóvenes deben conocer los medios, de evitar embarazos y tomar medicamentos preventivos mediante el consejo del ginecólogo, nunca debería tomar productos resolutivos.

En todo caso el varón implicado es co-responsable y no debe ser admitida que la situación dominada por la pasión permita olvidar las normas esenciales de protección.

Florián 

Anuncio publicitario

EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, SE CELEBRA PARA LOGRAR LA UNIÓN Y UNIDAS DEFENDER LOS DERECHOS HUMANOS SOCIALES Y LABORALES DE LAS MUJERES TRABAJADORAS

Los orígenes del Día Internacional de la Mujer están relacionados con los partidos socialistas de Estados Unidos y Europa, en particular al protagonismo de las mujeres del Partido Socialista Norteamericano que desde 1908, instauraron unas jornadas de reflexión y acción denominadas Woman’s Day. La primera tuvo lugar el 3 de mayo de 1908, en el teatro Garrick de Chicago, con el objetivo central de hacer campaña por el sufragio y contra la esclavitud sexual.

Las industrias textiles ocupaban,  como ocurría en Pensilvania a 5.300 niños menores de quince años, 4.300 niñas menores de catorce, y 27.000 mujeres y muchachas de mayor edad en trabajos penosos; o como en Filadelfia, donde los niños  y niñas trabajan en los almacenes, en las tiendas, y en las fábricas entre catorce y dieciséis horas diarias; y en las factorías de Nueva Jersey se explotaba  a 15,000 niños y niñas de ocho a quince años, incluso las niñas trabajaban en las minas. Estas circunstancias obligaron a una muy enérgica la actitud de las trabajadores y trabajadoras para suprimir aquellos abusos que ocurrían en un país rico y libre, como Estados Unidos, lógico, que los proletarios se enfrentaran a la abusiva burguesía enriquecida.

El movimiento obrero comenzó su lucha en favor de la reducción de la jornada de trabajo principios del siglo XIX en América del Norte. La clase trabajadora se rebelo los centros industriales, siendo los obreros de la construcción los primeros en iniciar el movimiento, a los que siguieron otros trabajadores.  Aquella actitud impulso a los obreros de todos los países para que advirtieran la verdad de sus males.

 

Las obreras manufactureras del textil en Nueva York, estuvieron en huelga en protesta por los bajos salarios, excesivos horarios y las condiciones inhumanas de trabajo;  protestas que duraron  tres meses y en tal acción  participaron 20.000 trabajadores, la mayoría mujeres, durante ese tiempo pasaron frío, hambre, detenciones y maltratos por la  policía, amenazas despidos y ataques de esquiroles mercenarios, más no cedieron y  al fin consiguieron sus reclamaciones

El 8 de marzo de 1909,  otras fuentes dicen que los hechos ocurrieron el 25 de Marzo se convocó una manifestación exigiendo mejoras de condiciones para las mujeres emigradas y la abolición de la explotación infantil así como el derecho al voto de las mujeres. Cuando las mujeres trabajadoras en Nueva York, que estaban encerradas en protesta, fueron conminadas a salir y disolverse, al negarse si no eran aceptadas sus peticiones, desde el exterior les lanzaron bombas incendiarias y murieron 146 mujeres carbonizadas y otras muchas sufrieron quemaduras cuyas heridas tardaron mucho tiempo en curar y quedando con lesiones irreversibles otras trabajadoras.

 

Dar muerte a las obreras de forma tan cruel revolvió las conciencias humanas,  aquel incendio provocado de la Triangle Shirtwaist Company fue de gran transcendencia en la historia social de los Estados Unidos y del movimiento obrero y feminista, que habían protagonizado la primera huelga llevada a cabo exclusivamente por mujeres en demanda de justicia social. Tales crueles hecho unieron a las mujeres trabajadoras y se decidió que fuera celebrado en recuerdo de la lucha de las mujeres ante la crueldad de los explotadores de las trabajadoras en todo el mundo.

Los orígenes del Día Internacional de la Mujer están ligados a los partidos socialistas de Estados Unidos y Europa, en particular al protagonismo de las mujeres del Partido Socialista Norteamericano que, desde 1908, instauraron unas jornadas de reflexión y acción denominadas Woman’s Day. La primera tuvo lugar el 3 de mayo de 1908, en el teatro Garrick de Chicago, con el objetivo central de hacer campaña por el sufragio y contra la esclavitud sexual.

El Día Internacional de la Mujer se promociona para defender los derechos laborales de las trabajadoras manifestarse contra la guerra y contra todo tipo de injusticias.

FLORIÁN 

 

 

TERESA CLARAMUNT, FEMINISTA

Teresa Claramunt (1862 – 1931) Quizás la primera revolucionaria española del siglo XIX. Una de las militantes fundamentales del movimiento libertario español.

Teresa Claramunt, fue una mujer decidida, que se enfrento a una sociedad, y dedico su vida para defender los derechos de los trabajadores y de las mujeres. Su esfuerzo logro influir en las organizaciones sindicales y en la enseñanza.

 

Nació en Barbastro en el año 1862, su familia se traslado a Sabadell en busca de trabajo, y era casi una niña cuando comenzó a trabajar en la industria textil, por lo que no pudo asistir a escuela y se formo con el esfuerzo de hacerlo sin ayuda.

 

Influenciada por las ideas anarquistas destacó pronto como militante y con    21 años,  encabezó una huelga general en demanda de la jornada laboral de 10 horas, la llamada «huelga de las siete semanas». Que origino uno de los conflictos laborales más importantes que se dieron en Sabadell. En 1884, organizó un grupo anarquista de mujeres que desarrolló una intensa actividad político-social con la intención de solucionar la situación de opresión en la que se encontraban.

En 1893 la detuvieron a la salida de un mitin porque durante el acto fueron lanzadas dos bombas por un tal Santiago Salvador. Su detención no duró mucho tiempo y fue liberada al demostrarse que ella no había tenido nada que ver. En 1896 fue detenida de nuevo porque durante la procesión del Corpus, en Barcelona, estalló una bomba. El autor de este hecho nunca se descubrió, más  las autoridades, en su afán de terminar con el anarquismo llevaron a Teresa, junto a muchos de sus compañeros, a la cárcel de Montjuic, donde fueron torturadas de forma cruel. Soledad Gustavo escribió: «Relatar lo que Teresa sufrió en aquel cautiverio es imposible. Presa en la cárcel de mujeres, azuzada y perseguida por las monjas que interiormente cuidaban aquel establecimiento, paso muchas desazones y solo gracias a su energía pudo salir lo mejor posible de sus manos”.

Después de pasar por el trato inhumano de la prisión, Teresa de nuevo en libertad y no se arrepintió de sus ideas de libertad, por lo que participaba en protestas y mítines,  que de nuevo fue llevada a Montjuic y allí estuvo hasta que el Estado termino sus injustos procesos pidió 28 penas de muerte y 57 condenas perpetuas de las cuales una era para ella. Finalmente fue desterrada gracias a influencias, Teresa se marchó a Londres y después a París. En 1898 volvió a España y fundó en 1911  fundo la revista «El Productor», muy importante en el ámbito obrero.  En esa fecha fue acusada de haber dirigido una huelga general en Zaragoza y fue llevada de nuevo a prisión.

 

Entre 1888 y 1889, unida a su compañero, llevó a cabo numerosas actividades en Portugal. Todo lo hizo anónimamente, ya que estaba huyendo. A pesar de ello se sabe que colaboró con grupos anarquistas locales. En 1903 ya era conocida en Andalucía y viajó hasta allí, con el fin de difundir su lucha obrera, la detuvo la Guardia Civil en Ronda. La llevaron hasta Málaga y allí la desterraron a Barcelona de nuevo.

 

Aunque no escribió mucho, en este mismo año publicó un folleto llamado “La mujer. Consideraciones sobre su estado ante las prerrogativas del hombre”. Una critica al hombre que intenta imponerse como autoridad en el ámbito familiar, donde afirma que la mujer debe emanciparse y esta emancipación la tiene que hacer ella misma pues culpa a la educación la dependencia que la mujer tiene del hombre.

Durante la Semana Trágica de 1909, para evitar una nueva detención, sus compañeros la enviaron a Zaragoza. Pero en 1911 vuelve a entrar en la cárcel acusada de “agitadora anarquista”. Su condena es de cuatro años. En esta época es cuando tuvo los primeros signos de parálisis y grandes dolores. Esto dificultaba su actividad, aunque nunca llegó a rendirse. Durante algunos años vivió en Sevilla, en 1923 dio un mitin en Sevilla contra la dictadura y en 1924 volvió a Barcelona. Fue en el año 1929 cuando dio su último mitin su enfermedad se lo impedía, en 1931, murió debido a la parálisis que había comenzado a padecer durante su última detención.

 

Parte de un texto de uno de sus discursos:

 

«Dejaos, amigas mías, de esos embustes que os enseñan las religiones todas. Desterrad lejos, muy lejos, esas preocupaciones que os tienen, como a los esclavos del siglo XIII, con un dogal que no os deja moveros para que no penetréis en la senda de la razón. Mi voz no llega a todas vosotras, compañeras queridas; pero seáis como seáis las que leáis estos renglones que dicta un corazón que siente y un cerebro que piensa, no olvidéis que la mujer se ha de preocupar por su suerte, ha de leer los libros que enseñan y contienen las obras de libertad. Ha de asociarse con sus compañeras y hermanas, para formarse cátedras populares donde aprender a discutir o para ir aprendiendo lo que nos conviene saber.»

«A la mujer, fraternidad». Teresa Claramunt

 

El contenido ideológico del anarquismo, comprendía la lucha obrera y la reivindicación  de los derechos de la mujer, lo cual eran peticiones éticas y de justicia; cuyos objetivos fueron desvirtuados por la tendencia a la violencia de algunos de sus afiliados que devalúo el movimiento.

 

Como factor que desencadeno las acciones anarquistas, se debe considerar el escenario social: donde los burgueses enriquecidos explotaban a los obreros con jornadas de 12 y 14 horas diarias; unos religiosos impulsores de sindicatos amarillos aliados con la patronal y enfrentados a los trabajadores y a la enseñanza libre, un rey y su gobierno dictadores intolerantes irresponsables, una guardia civil y policía represora y torturadora: sin duda una combinación de alto riesgo. Afortunadamente son tiempos pasados que esperamos jamás vuelvan.

 

DOÑA URRACA SUFRIO EL MALTRATO COMO MUJER Y PRIMERA REINA DE CASTILLA

GUIÓN ENVIADO POR : ELENA CARPINTERO

La reina Urraca de León y de Castilla fue la primera mujer que ejerció de forma efectiva el papel de reina “propietaria” en España (entendiendo España como el territorio ocupado por los distintos reinos cristianos ibéricos durante la Edad Media) y se trata de un personaje verdaderamente insólito en la Historia del medioevo hispánico, por su condición femenina y por la incidencia que tuvo en los hechos históricos de su época.

Sufrió el maltrato físico y psíquico de su marido e incluso de sus súbditos, pero demostró también una fuerza y una determinación indomable que la llevo a ser de nuevo maltratada por al Historia.

Contaba nuestra reina entre sus bisabuelos con un rey de Navarra, un rey de Aragón, una condesa de Castilla y un… ¡rey de Francia!

Por pedigrí que no falte y teniendo como modelo a su padre, Alfonso VI, no debían faltarle ni mala leche ni una libido desenfrenada. Baste recordar que entre otras lindezas su padre tuvo cinco esposas legales (Inés de Aquitania, Constanza de Borgoña, Isabel de Francia, Berta de Toscana y Beatriz de Este), otra que no se sabe muy bien si fue concubina o esposa legal (Zayda, hija del rey moro de Sevilla, llamada Isabel tras el bautismo) y un número incierto de amantes entre al que destaca Jimena Núñez, (eso sin contar los escarceos de un solo día que en su vida tan azarosa no debieron ser pocos); y respecto a la mala leche tan sólo recordar que fue acusado por las lenguas de doble filo de instigar la muerte de su propio hermano (Sancho II de Castilla) para hacerse con el reino castellano.

Con estos orígenes no es de extrañar el apodo con el que pasó a la posteridad: Urraca “La Temeraria”. Como veremos la historiografía tradicional, haciendo gala de su vena más misógina, nos ha presentado su figura como modelo de lo que no debía ser una mujer, incluso se la reconocen “meritos” que serían de alabar en un hombre pero reprochables absolutamente en una mujer. Las mujeres, como hijas de Eva, encarnaban la debilidad y la concupiscencia y las hacían inferiores al varón y necesariamente estar unidas a ellos para atenuar su apetito interior. Pero esta visión tan machista es a todas luces parcial y no debió corresponderse fielmente a la realidad, dando lugar a una figura histórica muy controvertida.

En la edad media la mujer estaba lastrada por el tópico de la debilidad y la dependencia del hombre, por eso siempre atrajo la atención la habilidad, el carácter y la determinación de la reina Urraca. Seguramente su personalidad y las circunstancias históricas del momento favorecieron a que fuera el eje de innumerables intrigas políticas y dinásticas, todas ellas cargadas de traición, amor, pasión, engaño,…

Era esta mujer hija primogénita de Alfonso VI de Castilla y de Constanza de Borgoña y debió nacer en León allá por el año 1081. Contrajo matrimonio en primeras nupcias (con apenas doce años) con el conde Raimundo de Borgoña de quien nacería el futuro Alfonso VII en 1105.

Urraca se convierte en la única heredera a los tronos de León y de Castilla tras la muerte de su hermanastro Sancho en la batalla de Uclés en 1108. La ocasión la solemniza Alfonso VI en Toledo poco antes de morir cuando convoca una Curia en esta ciudad para proclamar a su hija como sucesora. Urraca jura en el Alcázar de Toledo sus deberes y obligaciones como futura Reina de Castilla y León.

Urraca era viuda desde hacía un año y en consecuencia quiso su padre casarla con el monarca aragonés Alfonso el Batallador, intentando vanamente con un marido foráneo evitar disputas ente leoneses y castellanos y garantizar la defensa de sus reinos de la amenaza almorávide. Las bodas tuvieron lugar en Monzón de Campos en 1109 con la decidida oposición de la nobleza castellana y de ella misma que llegaría a decir:

Me vi forzada a seguir la disposición y arbitrio de los grandes, casándome con el cruento, fantástico y tirano rey de Aragón. El cual, no sólo me deshonraba con torpes palabras sino que muchas veces mi rostro fue manchado por sus sucias manos y golpeado por su pie.

Desde el mismo momento que Urraca accede al trono demuestra una voluntad férrea en conservar para sí y para su dinastía los reinos heredados de su padre. Y al poco tiempo la discordia por las disputas territoriales rompió su matrimonio que dio origen a continuos enfrentamientos entre castellanos, leoneses y aragoneses. Las capitulaciones preveían que todos los reinos del matrimonio pasarían al heredero común, lo que dejaba fuera de la sucesión de León y de Castilla a Alfonso Raimúndez (hijo de Urraca y futuro Alfonso VII como ya he señalado) que merced a la dote de su madre era el conde de Galicia. Esto supuso una seria oposición de los prelados gallegos encabezados por el obispo Gelmírez que no querían perder los privilegios obtenidos y de otros nobles que buscaban la formación de un reino independiente en Galicia en favor del hijo de Urraca. Esta primera revuelta fue aplacada con furia por el Batallador.
Por otro lado, el rey aragonés no podía entender como la reina, que tenía dos hijos de su anterior matrimonio, aún no había engendrado uno suyo, que acapararía los reinos castellano y aragonés y se convertiría en el rey más poderoso de la península. Y este pensamiento le consume. Además, las discrepancias afloraban por doquier; se cuenta que Urraca liberó en Huesca a un buen número de nobles árabes que Alfonso de Aragón tenía como rehenes sin consentimiento de su marido. La violenta reacción del aragonés no tarda en llegar y después de maltratar furiosamente a la reina, llegando incluso a pegarla una paliza él mismo, la manda encerrar en la torre del castillo de El Castellar, de donde puede huir refugiándose finalmente en Burgos.

Estamos ante una guerra civil abierta en la cual, en general, baja nobleza castellana y leonesa apoyaba al monarca aragonés, mientras la alta nobleza y los prelados a la reina castellana y al frente el conde de Candespina, Gómez González, y el arzobispo de Toledo, Bernardo de Sédirac. El Batallador penetró con un potente ejército en Castilla y tomó importantes ciudades leonesas y castellanas: Palencia, Burgos, Osma, Orense, Toledo donde depuso al arzobispo, y Sahagún donde la reina estaba escondida en un convento que es saqueado por el aragonés.

Al final, Urraca pudo refugiarse y hacerse fuerte en el castillo segoviano de Candespina, propiedad del conde Gómez González, desde donde la reina recabará todos los apoyos posibles, llegando a entrevistarse con Jimena Díaz, la viuda del héroe castellano por excelencia: El Cid.

Tras una corta estancia en Toledo, Alfonso de Aragón dirigió su ejército hacia el cuartel general de la reina Urraca en Segovia produciéndose una cruenta batalla el dos de abril de 1111 en Candespina, en la cual los aragoneses infligieron una severa derrota a las tropas fieles a Urraca. Hay que señalar que en esta ocasión el Batallador estuvo apoyado por los condes de Portugal, nada más y nada menos que la propia hermana de Urraca: Teresa que pretendía, y al final lograría, la independencia de Portugal. Por si faltaba algo que liara más la madeja.

Tras este suceso se produjo una sorprendente reconciliación entre Urraca y Alfonso en Carrión. Parece ser que esta reconciliación fue meramente circunstancial, pues apenas unos meses más tarde, la reina que no se fiaba en absoluto de su marido, decidió apoyar los movimientos secesionistas de Galicia en favor de su hijo Alfonso Raimúndez que es coronado (con siete añitos) como rey de Galicia en septiembre de ese mismo año. El Batallador comienza una nueva campaña de castigo contra Urraca que con treguas y hostilidades durara hasta 1114.

Un año antes se había producido la que sería la última “reconciliación” entre Alfonso y Urraca, que según cuentan las crónicas se vino al traste por la ingerencia de Teresa (recordemos: condesa de Portugal y hermana de Urraca) que malmetió al rey con la inventada conjura de que su hermana pretendía envenenarle.

En estas, Alfonso de Aragón decide abandonar sus aspiraciones territoriales y pedir la nulidad de su matrimonio (a lo que se había negado hasta entonces) y repudiar a Urraca, lo que consigue en el Concilio de Palencia de ese año merced a una dispensa del papa Pascual II.

Parecería que una vez superado este infausto matrimonio la cosa se sosegaría, pero para nada. Urraca, una vez liberada de la atadura matrimonial, decidió reinar en solitario si bien no le faltaron amantes, entre los que hay que destacar a su privado el conde Pedro González de Lara de quien tuvo dos hijos. Según cuentan las crónicas, Urraca quiso casarse con este conde pero fueron los nobles y ricos hombres castellanos los que impidieron el matrimonio.

En el mundillo político la cosa tampoco fue bien.Enfrentada a Portugal, Navarra y Aragón; con los musulmanes aprestados en la frontera del Tajo; con los grupos burgueses y de la baja nobleza de sus reinos apoyando, en algunos casos abiertamente a Alfonso de Aragón; y con la enemistades que generaba su privado Pedro de Lara, la situación era poco esperanzadora.

Pero lo peor estaba por venir aún de Galicia. Tras haber apoyado la independencia de este condado en la figura de su hijo Alfonso, la reina quiso apartarlo de la influencia de la nobleza y del clero gallego. A tal fin, en 1115 puso cerco militar a la ciudad de Santiago de Compostela. Diego Gelmírez, obispo de Santiago, y el levantisco Pedro Froilaz, conde de Traba, pactan una rendición con Urraca y durante la entrevista que mantienen se produce uno de los hechos más sorprendentes de la Historia de España y que aún hoy nos deja estupefactos.

Durante la reunión en el palacio obispal se produce una revuelta popular y la población se amotina. La reina se ve sorprendida por la turba y fue golpeada y humillada sin piedad, hasta que fue arrojada desnuda a un barrizal donde fue vejada y hasta dicen que con algún conato de lapidación.
Así lo cuenta Jerónimo de Zurita:

La cogen y arrojándola al suelo en un lodazal, arrebatándolos como lobos, hacen jirones sus vestidos, hasta tal punto que los pechos abajo quedó en el suelo con el cuerpo vergonzosamente desnudo y a la vista de todos. Llegó el obispo donde yacía la reina en el fango, pisoteada por las turbas de los agresores y viéndola tan feamente desnuda y postrada, transido de dolor, pasó de largo.

A pesar de lo crítico de la situación la reina pudo huir y salvar milagrosamente la vida. La ciudad pagaría caro este atrevimiento, pues una vez al mando del ejército sitiador tomó la ciudad al asalto y desencadenó una feroz represión.

En 1117 firmó el pacto de Tambre que convertía a su hijo Alfonso Raimúndez en rey de Toledo (fue coronado en 1118) y de Galicia, y garantizaba su sucesión en los reinos de León y de Castilla (lo que sucedió en 1126).

Tampoco cesaron los enfrentamientos con el rey aragonés con resultados dispares.
La reina Urraca murió de parto (de un tercer hijo del conde Pedro González de Lara) a los 45 años de edad en el castillo de Saldaña (Palencia), el 8 de marzo de 1126. Por expreso deseo suyo fue enterrada en el panteón real de San Isidro en León.

A lo largo de toda su vida intentó hacerse respetar por sus súbditos y se dice que cuando se sentía desobedecida gritaba: «¡El rey soy yo!»

La figura de Doña Urraca no ha sido bien tratada ni por la historia ni por la literatura.

Las múltiples luchas entre Urraca y sus familiares esposo, hermana, hijo, con los nobles, con el clero,… fueron el contexto idóneo para conformar la visión tan negativa que hemos recibido de esta reina de Castilla y de León.

Descrita como una mujer ambiciosa y sin moral, al igual que otras figuras malditas de la historia de Castilla como Pedro I El Cruel, la vida y la personalidad de la reina doña Urraca está sometida desde hace algún tiempo a una profunda revisión historiográfica.

 

Concepción Arenal escritora, feminista y defensora de las mujeres.

 

 

 

Aparte de su actividad de escritora, Concepción Arenal fue activista de sus ideas feministas, conoció el horror de las cárceles de mujeres y hombres, la inmisericordia y miseria de hospicios y manicomios, y hasta en la guerra civil carlista acompañó a las tropas para atender heridos de ambos bandos y dirigió el hospital de campaña que se montó para atender a tantos hombres moribundos y heridos.

 

 

Nacida en Ferrol 1820 era hija de militar liberal y por estar en contra del régimen monárquico absolutista  de Fernando VII que murió por los sufrimientos y penalidades de la prisión,  Concepción tenia 8 años, cuando su madre se traslado a Cantabria, donde recibió educación de religiosas, cuando tenia 14 años, la llevan a Madrid y estudia en un colegio para señoritas. Siete años después entra, como oyente en la Facultad de Derecho vistiendo ropas masculinas, puesto que en la época la educación universitaria estaba vedada a las mujeres. Concepción participa en tertulias políticas y literarias siempre disfrazada de hombre  luchando así contra lo establecido contra las mujeres, solo por condición femenina.

 

Se caso con un abogado y escritor liberal con al que colaboraba en el periódico La Iberia, de contenido liberal. Cuando su esposo Fernando murió de tuberculosis. Concepción con sus dos hijos se trasladó a Potes, donde conoce a un joven Presidente de las Conferencias de San Vicente de Paúl, que la invita a fundar en 1859 el grupo femenino de las Conferencias de San Vicente Paúl,  para ayuda de los pobres. En 1872 funda la Constructora Benéfica, una sociedad que se dedica a la construcción de casas baratas para obreros y colabora organizando en España la Cruz Roja de Socorro, para los heridos de la guerra carlista,  y trabaja en un hospital de campaña.

 

Concepción dedicó sus escritos  a la reivindicación de las situaciones marginadas; escribió para que la leyeran, que la entendieran,  y para que sus lectoras conocieran sus ideales de libertad, denunció la situación de la mujer como ser humano marginado a quien hay que ayudar, estimular y respetar, educándola en la dignidad de su propia condición. Sus obras destinadas al feminismo son : La mujer del porvenir, la educación de la mujer, El trabajo de las mujeres y El servicio domestico.

 

 

Con ella nace el feminismo en España, otorga a la educación e instrucción de la mujer un papel fundamental, ya que la mujer «no tiene otra carrera que el matrimonio«.

Dirige criticas al clero: «Consideran que en general la mujer es muy ignorante, no quiere a la mujer instruida, es mejor mantenerla en la ignorancia». La creación de la Acción Católica de la Mujer, impulsado por el Movimiento católico conservador, realizará una constante labor de hostigamiento al feminismo  reformista  que a principios del siglo XX representa la Asociación Nacional de Mujeres Españolas.

 

Murió el 4 de febrero de 1893 en Vigo, donde fue enterrada. Es su epitafio el lema que la acompañó durante toda su vida: A la virtud, a una vida, a la ciencia.