PRIMAVERA

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Autor: JUAN CATALÁ

Ya nos encontramos en primavera y en esta estación del año parece apetecer más el contacto con la naturaleza. En mis caminatas solitarias por los alrededores del pueblo, he percibido esa luz más intensa que te permite captar más vehementemente la vida que te rodea.

Los pájaros en celo se dejan sentir, ya han llegado las golondrinas y pronto nos harán compañía los cucos, abubillas, vencejos, abejarucos. Estos pájaros itinerantes parecen captar más nuestra atención por lo misterioso que resulta que puedan venir de tierras tan lejanas. Las golondrinas buscan sus nidos de barro de años anteriores, que remozarán para hacerlos más habitables; los cucos los nidos de otros pájaros que hayan anidado en el mismo árbol del año anterior para que egoístamente otras aves críen sus polluelos. Por la mañana al despertar me gusta oírlos cantar ese cucú, cucú, repetitivo que dura una docena de veces y que tiene su inicio cuando empieza a despertar el día, luego su canto ya parece más confuso en la lejanía porque se va mezclando con el de otras aves y con el rumor del campo.

En el mundo vegetal ya ves algún paseante que te cruzas con los primeros espárragos. A mí me gusta colectar las hierbas que consumo en mis infusiones diarias: tomillo, pimientilla, manrrubio, espino albar, rabo de gato, té de monte, romero y otras especies que llegaran con el verano.

Me gusta detenerme y cerrar los ojos, y así los otros sentidos, sobretodo oído y olfato, te hacen percibir más intensamente el zumbido de los insectos, el canto de los pájaros, la brisa del aire y la fragancia del campo.

Así como veréis no soy como Baudelaire, que según nuestra profesora de estética era un hombre de asfalto, me gusta la alternancia, el callejeo por la ciudad y pasear por el campo.