EL CID CAMPEADOR GANADOR DE BATALLAS TRAS HABER MUERTO


La leyenda atribuye este hecho al temor que a tan gran guerrero le tenían.

Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid gobernaba la ciudad de Valencia,  cuando está fue sitiada por tropas conducidos  por el caudillo árabe Ben Yusuf.

Dicese que una mañana cuando subido a las almenas desde ellas estudiaba el campo del enemigo que le sitiaba, una flecha perdida le atravesó y El Cid cayo herido de muerte, sabiendo de su tragedia, tuvo valor para indicar una estrategia, «El Cid» ordenó que embalsamaran su cuerpo y que muerto cabalgara sobre su caballo Babieca en la siguiente batalla.

Toda la noche sonaron los tambores moros, para animar a los combatientes, seguros de ganar sabiendo que el Cid había sido abatido. En el interior de las murallas solo sus allegados conocian lo sucedido y se preguntaban qué podían hacer sin su señor.


Cuando amaneció se abrieron las puertas de Valencia y por ellas salieron al galope todos los caballeros que había en la ciudad, con el Cid a la cabeza, pues sus hombres le habían vestido, ceñido sus armas, y montado sobre su caballo, sus hombres recobraron el vigor y la esperanza de vencer.

Las tropas árabes, quedaron sorprendidos viendo al Cid montado en Babieca, cabalgando dispuesto a luchar cuando le creían muerto. El pánico cundió entre ellos, que huyeron. Así fue como el Cid Campeador había ganado su última batalla. Este hecho ocurrió en Valencia en julio de 1099 cuando el Cid, aún no había cumplido los 56 años.

Su esposa doña Ximena, prosiguió gobernando la ciudad, contando con el apoyo del rey de Castilla, más sólo pudo mantener la ciudad del Turia hasta tres años más tarde ante el acoso constante de los continuos ataques almorávides. Los castellanos optaron por incendiarla totalmente y abandonarla, llevándose consigo hacía Castilla el cadáver embalsamado del Cid. Dicen las crónicas que era  sobrecogedor  el espectáculo de las mesnadas del Cid atravesando Castilla por los anchurosos campos, aldeas, castillos y fortalezas, transportando consigo el cadáver del temido guerrero.

«Cuando iba Mío Cid el castillo a dejar

los moros se empiezan a quejar;

¿Te vas Mío Cid? Contigo nuestras plegarias van,

pagados quedamos, señor, de tu bondad.

Cuándo dejó Alcocer, Mío Cid, el de Vivar

los moros y las moras pusiéronse a llorar».

Unos cuarenta años después de su muerte aparece el «Cantar del Mío Cid», no dejando de ser significativo que al mismo tiempo sea el primer monumento literario de la época en lengua castellana aparecido hasta la fecha. Pese a contener numerosos hechos relativos a Rodrigo Díaz producto de la fantasía de juglares y trovadores, el autor –o autores- del bellísimo cantar de gesta transparentaran la fidelidad del Campeador hacia su rey, ya anunciada por los castellanos cuando al verle marchar hacia el destierro exclaman:

«Dios, que buen vasallo, si hubiera buen señor…»

También se pone de manifiesto en el poema el profundo espíritu religioso del Cid, su amor hacia su esposa e hijos y su magnanimidad con los moros vencidos, cosa inusitada en aquél tiempo de crueldad donde la vida tenia escaso valor, por lo que fue Señor muy querido y que le granjeó el respeto de estos,  tanto que los moros cuando le veían pasar son sus guerreros, se acercaban a rendirle pleitesía queriendo besar su mano bienhechora.

En las fuentes árabes contra las que lucho el Cid, como enemigo se le impreca generalmente al Cid con los apelativos de ‘perro enemigo’; sin embargo, se admira su fuerza bélica, como en el testimonio del siglo XII del andalusí Ibn Bassam, : Tesoro de las hermosas cualidades de la gente de la Península  …era este infortunio Rodrigo, por la práctica de la destreza, por la suma de su resolución y por el extremo de su intrepidez, uno de los grandes prodigios de Dios.

Estas son las nuevas de Mío Cid Campeador, que yace en Burgos

A todos alcanza honra por el que en buena hora nacio

Pasado es deste siglo el dia de Cuaresma

¡¡De cristo tenga perdón!!

Así hagamos nos todos, justos y pecadores.

En este lugar se acaba esta razón.


16 comentarios en “EL CID CAMPEADOR GANADOR DE BATALLAS TRAS HABER MUERTO

  1. Bueno es educar a las gentes a que sean patriotas y aprecien sus virtudes de raza y creencia, pero malo es engañarlas con falsas historias que las vuelven bobas. Y en el caso de la historia del Don Rodrigo Díaz, Caid para los musulmanes y Cid para los cristianos, su historia se las trae, pues gracias a los trovadores que de él escribieron a todos cuantos detrás les hemos leído se no ha vendido la cabra.

    La realidad de nuestro personaje no es otra que ser costeado por los judíos como capitán mercenario que se alquila a quien le paga, cosa que no se sabe muy bien si es por la propia voluntad de quien le paga o por imposición del mercenario. Pues todas sus heroicidades tienen el sello del contrato, o del interés de la paga.

    En primer lugar se debe de tener en cuenta que sus albarracines o tropas nada tienen que ver con las creencias, pues son personas que sólo le deben obediencia y respeto a su capitán que es quien les paga; dado que unas veces luchan contra los cristianos y otras contra los musulmanes, cobrando unas veces de los musulmanes y otras de los cristianos. Y si bien Don Rodrigo por su nacimiento es cristiano, esto no es imposición para ninguno de sus soldados. Ellos cobran y obedecen, su capitán cobra y paga; y del cobro y paga viven todos, incluso la banca. Las concentraciones de sus tropas todas tienen la premisa de la paga.

    Dada la funcionalidad del rendimiento de su negocio, al que ha de dar cuanta a sus banqueros, el Cid cobra su servidumbre militar –y bien cobrada –, tanto a los reyes cristianos como musulmanes, y a un sin fin de ciudades a las que dada su protección nadie ataca. Siendo una de estas la Ciudad de Valansiya.

    Pero al Cid se le hacen mayores sus hijas y las tiene que casar, –bien casadas–, cosa que sólo puede hacer si ellas aportan dote en propiedad. Siendo esta la razón por la cual yendo a cobrar sus impuestos toma la ciudad de Valansiya para hacerla suya, siendo de inmediato expulsado por sus propios habitantes. Volviendo con más mercenarios para tomarla definitivamente, cosa que le cuesta casi un año.
    Cuando de nuevo la asedia, cosa que los valansiyanos nunca imaginaron de su protector, mata de hambre a los habitantes de la ciudad, que se comen todo, pues solo sobrevive una mula que en creencia y en islámico valansiyano nunca se debe de matar. Empala frente a las murallas a los ancianos que fiados de los soldados musulmanes del Caid Rodrigo la abandonan. Toma la ciudad casa por casa en una aniquilación casi total. Y cuando la ciudad ya es suya impone un señorío contra natura que lo maldice; en natural valenciano lo maldice. El Cid muere maldecido pues muere por inanición, dado que sus huestes son atacadas y vencidas y sabe que nada puede hacer.

    Doña Ximena su mujer, que no cree en las bendiciones y maldiciones valencianas, tras la muerte de su marido ella nunca piensa que puede perder la ciudad, pero viendo que la maldición afecta a toda su familia la abandona sin lucha alguna. Si bien antes la arrasa.

    El mito del Cid a caballo después de muerto, es la suma y sigue de la épica que a los valencianos se nos ha vendido en falsa Memoria Histórica.

    Valencia nunca fue del Cid, así se empeñen en que lo sea.

    So. Andrés Castellano Martí. Gracias.

  2. si valencia nunca fué conquistada por el Cid, entonces la historia es una fabula o mentira, que alguien lo confirme

  3. Estás historias del cid no se saben si son verdaderas o falsas después de tanto tiempo…..quien sabe, pero tal vez sean verdad a mi por lo menos me gustan…es como creer en dios o crees o no crees……………algo de verdad habrá no? VIVA EL CID CAMPEADOR.

  4. Las leyendas son exageraciones, distorsiones o idealizaciones basadas en sucesos reales. Forma parte de la tradición literaria o del folcklore. Ya sabemos que no es historia. Pero lo de Andrés Castellano es pura ciencia ficción. Que malo es el fanatismo nacionalista, sea español, catalán, valenciano o de cualquier parte.

  5. Fabula o no, en las últimas nueve centurias la humanidad no ha vuelto a generar un Mio Cid. Rodrido Diaz de Vivar dejo una herencia, la fedelidad (en su caso al rey). Nadie, que la historia lo consagre, ha tomado para sí la misma. En cambio, su antípoda es la norma casi que general. Ay, Santo Cielo, no aprendemos de la historia. HERNANDO SALGUERO FLOREZ PERIODISTA COLOMBIANO.

  6. Hay un colectivo que intenta reinventar la historia para sus propios intereses…. ¿y quién no dice que en el caso de El Cid sea por lo mismo?
    No creo que sea como dice el sr. Castellano ya que si fuera cierta su versión histórica, hace ya tiempo se hubiera desmentido la otra historia verídica.
    También debo decir que después de 900 años… se puede decir y cambiar el orden de cosas o sucesos con afines politicos o regionales.

  7. Que bonito, muriendo por su patria y no murio en una batalla,murió preparando una batalla que al final gano

  8. El Mio Cid,sabemos que es una leyenda y enseña lo fundamental del liderazgo en la historia de los pueblos. A mi me gusta.

  9. No cabe duda de la existencia de Don Rodrigo Díaz de Vivar. La Historia y su forma de contarla en ese tiempo puede variar de quien la cuente.
    Lo que no cabe duda es que fue un personaje digno de estudio y que se ganó estar en la Historia, nuestra Historia de España.

  10. NO SOY MUY ADMIRADOR DE LOS ESPAÑOLES PERO NUNCA NEGARE QUE POR MI FUERE ESTARIA ALLI AL LADO DEL MIO CID COMO ESTUVIERON MIS ANTEPASADOS Y ELLOS CONFIRMAN QUE FUE UN GRAN CABALLERO MUY PLANTADO Y UN GRAN CREYENTE DE LA AYUDA DE DIOS VENGA DE DONDE VENGA PERO CONTRA EL MAL EN TODOS SUS ASPECTOS . VIVA EL CID DON RODRIGO DIAZ DE VIVAR PARA SIEMPRE . AMEN

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